Aprobado el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua

Aprobado el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua

El Consejo de Ministros aprobó ayer, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua, que movilizará en los próximos años 3.060 millones de euros en inversiones públicas y privadas, y activará la creación de cerca de 3.500 empleos de calidad, al abrir nuevos nichos profesionales en la gestión del agua.

 

Encaminado transformar y modernizar los sistemas de gestión del agua en nuestro país, tanto en el ciclo urbano como en el regadío y la industria, el proyecto impulsará el uso de las nuevas tecnologías de la información en el ciclo integral del agua, lo que permitirá «mejorar su gobernanza y transparencia, aumentar su eficiencia, reducir las pérdidas en las redes de suministro y avanzar en el cumplimiento de los objetivos ambientales marcados por la planificación hidrológica y las normativas internacionales»

 

Un bien cada vez más escaso

Considera el ejecutivo que este  PERTE de digitalización permitirá mejorar la gestión de un recurso cada vez más escaso: en los próximos años se prevén disminuciones de hasta el 25% del recurso en todo el país y del 40% en el sureste peninsular para finales de siglo.

 

En este sentido, “el uso de las nuevas tecnologías para conseguir una información precisa y actualizada en sectores como el ciclo urbano del agua, el regadío y la industria nos permitirán tener una mejor capacidad de control y gestión del recurso”, en palabras de  Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno.

 

Impulsar sectores estratégicos

La línea de actuación más potente de este Plan Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica, son los programas de ayudas para el impulso a la digitalización de los distintos usuarios del agua. Para ello, a lo largo de este año y en 2023 se lanzarán varias convocatorias de ayudas para administraciones y entidades competentes en el ciclo urbano del agua, la industria y para comunidades de regantes y de usuarios de aguas subterráneas. Esta línea de actuación cuenta con una inversión directa de 1.700 millones de euros, que arrastrará una movilización adicional de 1.120 millones de colaboración público-privada.

En concreto, las subvenciones destinadas al  sistema urbano del agua, serán una oportunidad para mejorar la integración de nuevas tecnologías a lo largo de todo el ciclo, desde su captación, potabilización, distribución, telelectura, saneamiento, depuración, reutilización y su vuelta a la naturaleza.

 

Contadores inteligentes y sistemas de monitorización

En este apartado, el PERTE plantes dos convocatorias de ayudas, con un total de 1.200 millones de inversión, para que las ciudades o agrupaciones de municipios de más de 20.000 habitantes puedan aumentar la implantación, entre otros, de sistemas de medición como contadores inteligentes, sistemas de comunicación y plataformas de big data para analizar toda la información recogida. Esto permitirá a los ciudadanos y a las administraciones tener un mayor control sobre el agua urbana y facilitará la detección de pérdidas o fugas en las redes de captación y distribución, contribuyendo al cumplimiento de los objetivos que marca la agenda internacional.

También serán importantes los avances en sensorización, monitorización y telemando de las infraestructuras de saneamiento, que mejorarán la depuración de las aguas y permitirán una mayor reutilización del recurso, cerrando el círculo.

Además de estas convocatorias de ayudas, se aprobará un reparto de fondos en Conferencia Sectorial de Medio Ambiente a las Comunidades Autónomas, por un importe de 200 millones de euros, para otros proyectos que refuercen la digitalización del ciclo urbano del agua.

Por su parte, el sector industrial en nuestro país se beneficiará de otra subvención de 100 millones de euros para financiar programas de digitalización con el doble objetivo de reducir insumos y mejorar la gestión de los vertidos.

 

Otro de los pilares del plan será la digitalización de regadíos y  las ayudas para que la administración aborde los  retos que presentan los nuevos escenarios climáticos en materia de agua.