Ariston Thermo: 300 millones hasta 2023 para innovación, tecnología y sostenibilidad

Ariston Thermo: 300 millones hasta 2023 para innovación, tecnología y sostenibilidad

Ariston Thermo ha anunciado un plan de 300 millones de euros en inversiones hasta 2023 en innovación, tecnología e investigación, confirmando su apuesta por la mejora de sus productos, así como la implantación de nuevas tecnologías que permitan que la sostenibilidad esté presente en sus nuevas soluciones.

El objetivo es llevar la producción renovable y energéticamente eficiente al 80% durante el próximo año con una clara apuesta por la aerotermia y las nuevas tecnologías como el hidrógeno en calefacción.

La multinacional, que ha cerrado el 2020 con resultados positivos, ha anunciado también que el futuro de la empresa tendrá a Europa como eje central y reubicará alguna de sus actividades valiosas en el extranjero en Italia.

El experto mundial en soluciones de calefacción y agua caliente, ha dado a conocer los resultados del año fiscal 2020 así como sus previsiones y claras apuestas para el futuro. En un año marcado por la pandemia, la compañía ha aprovechado su presencia internacional para enfrentar la crisis a través de flexibilidad operativa, atención de costos y rapidez en las operaciones.

Renovables y transformación digital

A pesar del entorno difícil vivido a nivel internacional a lo largo del 2020, Ariston ha mantenido su enfoque a largo plazo, confirmando las guías de sus inversiones y manteniendo sus compromisos por encima de los 80 millones de euros, lo que también ha permitido demostrar la resiliencia de la empresa.

La compañía incrementó en un 29% sus inversiones en investigación y desarrollo (I+D+i) dedicadas a las soluciones renovables – evidenciando así el papel fundamental que la innovación y sostenibilidad juegan en el desarrollo presente y futuro. La mayor evidencia de este compromiso es el acuerdo firmado en noviembre de 2020 entre ATIT – Ariston Thermo Innovaciones Tecnológicas -, el Politécnico de Milán y la Fundación Politécnico de Milán.

Otro de los ejes fundamentales de cara al futuro es seguir fomentando la transformación digital del negocio, algo que ya puso en marcha en 2020 incrementando un 23% respecto al año anterior sus inversiones en plataformas e iniciativas relacionadas con lo digital y ICT. Además, la compañía confirmó su apuesta por las tecnologías de alta eficiencia para calefacción ambiental y agua caliente, fortaleciendo sus centros de I+D+i en Italia y centrando su trabajo en el hidrógeno, un medio idóneo para lograr la neutralidad climática.

“Siempre hemos tenido una orientación a largo plazo. En 2020, a pesar del desafiante contexto, hemos conseguido extraordinarios resultados, también acelerando muchas iniciativas estratégicas. Nos hemos centrado en la transformación digital y en revisar muchos elementos de nuestro modelo organizativo para absorber mejor el importante crecimiento de los últimos años y prepararnos para los nuevos ciclos de desarrollo”, ha señalado Paolo Merloni, presidente de Ariston Thermo, y ha añadido que,  “continuamos invirtiendo en sostenibilidad e innovación tecnológica y ahora estamos muy bien posicionados para crecer más allá del medio-largo plazo. En 2017, nos marcamos un objetivo ambicioso: definimos que para 2022, el 80% de nuestras ventas estarían representadas por productos de alta eficiencia o renovables y, simultáneamente, que el 80% de nuestras ventas estuvieran generadas por productos nuevos, con menos de 5 años de vida. Puedo decir con orgullo que estamos consiguiendo ambos objetivos.”

Resultados 2020   

En cuanto al ejercicio del pasado año, en términos de rentabilidad, la compañía reportó unos resultados muy sólidos en EBITDA ajustado (244 millones de euros, un 8.6% más comparado con 2019), EBIT ajustado (169 millones de euros, 13,4% más respecto a 2019) e ingresos netos (97 millones de euros, una subida del 9% en comparación con 2019), teniendo también una generación de caja operativa muy significativa (186 millones de euros).

Los impuestos pagados cayeron ligeramente (-2.7%), en un contexto global de recesión en el que la mayoría de los mercados clave de las compañías) sufrieron severas contracciones en su Producto Interior Bruto.