Calidad de Aire Interior, un gran trabajo por delante

Calidad de Aire Interior, un gran trabajo por delante

 Tras dos intensos días de análisis y debate, el II Congreso de Calidad de Aire Interior (CAI), celebrado en formato online, concluyó el pasado viernes evidenciando la importancia de la ventilación y el acondicionamiento de aire para que el interior de los edificios sean espacios saludables, libres de patógenos y virus. Es ésta una cuestión que ha cobrado gran relevancia con la actual pandemia derivada de la Covid-19,  a pesar de que hace años que los expertos vienen alertando sobre la misma. “La Calidad de Aire Interior no existe desde marzo de 2020,  la ventilación mecánica existe desde hace mucho tiempo, así como los sistemas de filtración y purificación y sus tecnologías. La normativa también estaba y está ahí, aunque hay que complementarla y extenderla a las nuevas circunstancias”, recordaba Luis Mena, presidente de AFEC en el acto de bienvenida y después en la clausura del congreso.

 

 

Con gran éxito de participación –cerca de 2.000 profesionales han asistido a  las diferentes sesiones celebradas-  la segunda edición del congreso,  organizada por la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización, AFEC; la Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración, ATECYR; y la Federación de Empresas de Calidad Ambiental en Interiores, FEDECAI; ha reunido durante los pasados 26 y 27 de noviembre a un importante plantel de expertos nacionales e internacionales para compartir conocimientos y dar voz a las muchas cuestiones que se están planteando en torno a este tema que tanta preocupación genera en la actualidad.

 

Ventilar, controlar, vigilar

 

“Ventilar, ventilar y ventilar; pero mecánicamente, con control y en muchas ocasiones, complementado con sistemas de purificación”, precisó el presidente de AFEC haciéndose eco de la repetida recomendación de los expertos a lo largo del debate, y precisando que “La ventilación natural es una solución más de emergencia que otra cosa, o temporal”, como había quedado demostrado en la conferencia de Xavier Querol, investigador del CSIC sobre ‘La influencia de la calidad del aire exterior en el interior de centros educativos’.

 

También resaltó Mena en sus conclusiones la importancia de la monitorización continua de los  parámetros de calidad del aire interior con el fin de elaborar una etiqueta del aire que respiramos, cuestión en la que habían incidido otros ponentes durante el encuentro; e incidió en las necesidades de una mayor inversión en calidad de aire interior, así como de reformar instalaciones que no están adecuadas a los parámetros  que marca la legislación. “Hay un gran trabajo por delante, en materia de difusión en I+D, en modificación de la normativa. Hay que cumplir y hacer cumplir la legislación vigente”, subrayó el presidente de la patronal de fabricantes, que instó a la Administración a establecer medidas de control y vigilancia de mercado, que concretaba en tres aspectos: en relación a los productos certificados, “para que aquéllos que no reúnen condiciones no se puedan vender”; con el cumplimiento de la normativa en las instalaciones; y con las inspecciones. “Estamos hablando de un tema de salud pública, por tanto, debería haber una agencia de calidad del aire interior”, insistía Luis Mena, que acababa su intervención solicitando al sector no hacer de la CAI una oportunidad, que sería pasajera, sino  “un gran ejercicio de responsabilidad con un tema tan importante que afecta a tantos millones de personas de todo el mundo”.

 

Centros sanitarios, educativos y viviendas

 

Inaugurado por Alfredo Garzón, jefe del Servicio de la Subdirección de Eficiencia Energética y responsabilidad de la modificación del RITE, del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con una ponencia en la que avanzó los trabajos que se están llevando a cabo para actualizar el reglamento, el congreso propuso, bajo el lema ‘La Calidad del Aire Interior es Salud‘, un exhaustivo análisis sobre las medidas para mejorar la calidad de aire interior en centros sanitarios, educativos, comerciales y viviendas; y en este contexto, ha tratado de resaltar el papel de los sistemas de climatización y ventilación para  ayudar en la prevención del contagio de un  virus que ha puesto patas arriba el orden económico y social de todo el mundo. “Cuando mejoramos la ventilación y la climatización de los edificios no solo vamos sobre la Covid, sino también sobre otros factores y contaminantes, químicos y biológicos, que interfieren tanto en el bienestar como en  enfermedades asociadas a una mala calidad ambiental general, incluida el aire”, resaltaba Francisco Vargas Marcos, Consejero Técnico de la Subdirección General de Sanidad Ambiental y Salud Laboral, de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, que intervino en el acto de inauguración del evento.

 

“Esta emergencia nos va ayudar a garantizar la calidad de aire en los edificios”, corroboraba Rafael Vázquez, presidente de Atecyr, que en las conclusiones se refería a otra de las cuestiones puestas sobre la mesa durante el debate: la necesidad de rehabilitar energéticamente los edificios antiguos, de antes de 2007,  y hacía un llamamiento a las administraciones para que aborden las actuaciones encaminadas a la descarbonización, “en las que se incluyan también las instalaciones mecánicas de ventilación, para que tengamos los edificios que necesitamos, que garanticen la seguridad, salubridad y eficiencia energética”.

 

Destacó  también el presidente de Atecyr el  consenso entre las diferentes asociaciones internacionales relacionadas con el mundo de las instalaciones de confort en torno a las medidas de prevención de contagios, entre las que destaca, “una absoluta prioridad a la ventilación mecánica”.  Y resaltó el equilibrio que tiene que haber entre la salud y  el control de las emisiones de CO2 y de la energía; así como entre la ventilación y las condiciones termohigrométricas (temperatura, humedad, ventilación) en la vivienda.

 

Propagación por aerosoles

 

Paulino Pastor, presidente de Fedecai, puso el énfasis en la vía de propagación del virus por aerosoles, ya aceptada en todo el mundo, a pesar de las muchas reticencias que ha habido hasta ahora. “No tenemos claro el nivel de relevancia con respecto al resto de vías de propagación que conocemos, pero está claro que está ahí y es la que tiene una relación muy directa con la CAI y sabemos que en la medida en que ésta se mejore disminuirán las posibilidades de contagio”, y sentenció que este es el gran reto al que nos enfrentamos.

 

Entre los desafíos por delante, también señaló el experto la labor de diagnóstico y revisión de las  instalaciones e infraestructuras de nuestro país de todo tipo de edificios (escuelas, hospitales, comerciales, viviendas…). Se trataría de “una especie de fotografía que nos permita repensarlas, ver en qué situación nos encontramos y planificar una mejora porque hay muchas instalaciones que adolecen de unas condiciones adecuadas desde el punto de vista de la salubridad y la salud en general”. Y entre las aportaciones de la pandemia, confió en que “nos aporte el hecho de que la climatización del futuro la vamos a ver con más cariño y esperemos que sean sistemas más eficientes, más sanos y saludables, que ayuden a mantener la salud de todos  en espacios cerrados”.

 

Plantel de expertos

 

Entre los participantes en el congreso, Lidia Morawska,  experta en calidad del aire de la Universidad Tecnológica de Queensland en Brisban, y pionera en poner de relieve el papel de los aerosoles como media de transmisión de la Covid-19, ofreció una detallada comunicación sobre los efectos en el organismo de las partículas que inhalamos en el ambiente. En la mesa de debate posterior, dedicada al  impacto de la climatización en el control de la COVID-19, Manuel Ruiz de Adana, profesor de la Universidad de Córdoba, resaltó la ventilación, filtración y difusión de aire de los sistemas de climatización como elementos clave para reducir la probabilidad de riesgo de infección por vía aérea.

 

Sobre las recomendaciones en el ámbito sanitario, en concreto, el presidente de la agrupación de Atecyr Andalucía, Manuel Gallardo Salazar, instaba a un cambio en los sistemas de ventilación para garantizar una mayor seguridad y calidad de aire. En cuanto a los centros educativos de primeria y secundaria, la indicación propuesta es dotarlos de un sistema de ventilación mecánica en cumplimiento de las exigencias del Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios en vigor. “La calidad de aire en la mayoría de las aulas de los centros educativos construidos con anterioridad a 2007 es deficiente. Es necesario realizar un plan de rehabilitación para mejorar la calidad del aire de las aulas de los centros antiguos: ventilación y filtrado, sin olvidar los criterios de eficiencia energética y el objetivo de la descarbonización”, indicó Pedro Vicente Quiles, presidente del Comité Técnico de Atecyr.

 

Atze Boerstra, vicepresidente de REHVA, la Federation of European Heating, Ventilation and Air Conditioning associations, se centró por su parte en la calidad del aire en edificios comerciales, y destacaba la importancia de un buen diseño en los sistemas de HVAC. Y en esta misma línea, Francisco Javier Rey, del departamento de Ingeniería Energética y Fluidomecánica en la Universidad de Valladolid, incidió en la necesidad de incrementar, en el diseño de las nuevas viviendas de consumo de energía casi nulo, “el caudal de ventilación y utilizar un sistema de ventilación mecánica controlada para garantizar una buena calidad del aire interior, en beneficio de la salud, el confort térmico, el ahorro de energía y la descarbonización climática”.

 

Día Mundial de la Calidad de Aire Interior

 

En el marco del congreso, el viernes 27 se presentó el Día Mundial de la Calidad de Aire Interior, una iniciativa que pretende ser una llamada de atención ante la problemática de la CAI, con la idea de generar un debate de continuidad en torno a todas las cuestiones que conlleva.

 

Este día, que se celebrará cada año el último viernes del mes de noviembre, nos recordará que la exposición al aire se produce principalmente en los espacios cerrados y que por tanto los debemos cuidar tanto o más que el aire ambiente. En definitiva, la efeméride nace con la voluntad de poner en valor la importancia para la salud de las personas de trabajar, estudiar, ir al médico, ocupar nuestro tiempo de ocio, y vivir en espacios con buena calidad de aire interior.