Edificio pasivo para la sede del nuevo Guarderío de Medio Ambiente de Estella

Edificio pasivo para la sede del nuevo Guarderío de Medio Ambiente de Estella

Una edificación icónica, compacta y energéticamente eficiente, realizada con materiales naturales y tecnología sostenible acoge el nuevo Guarderío de Medio Ambiente de Estella. El edificio, que cuenta con  un sistema de ventilación con recuperación de calor de Zehnder, ha obtenido la certificación Passivhaus.

 

Un edificio con certificación Passivhaus  alberga la nueva sede del Guarderío de Medio Ambiente de la localidad navarra de Estella. La propuesta del estudio Boa Arquitectos para esta primera sede de control medioambiental pasiva responde a los criterios de bajo impacto ambiental que persigue el Gobierno de Navarra. Y lo hace en tres frentes: reducción de los impactos en el uso de materiales, reducción de las demandas energéticas y recuperación del medio natural.

 

El grado de abstracción formal en el diseño, confiere al edificio un carácter escultórico (foto Berta Buzunariz)

 

Un alto grado de abstracción formal en el diseño, confiere al edificio un carácter escultórico y objetual en el entorno. Con ello, se pretende una construcción compacta visualmente y eficiente energéticamente. La  distribución, clara y  funcional, concentra los espacios de servicio, descanso y vestuario en la zona norte, y las zonas de trabajo y oficina en la parte sur. Estos espacios quedan separados por un pasillo acristalado hacia las oficinas.

 

Se trata de un edificio compacto visualmente y eficiente energéticamente

 

Los espacios de oficina y sala de reuniones se conciben como una franja funcional que podrá ser distribuida a demanda en el futuro y que asoman al exterior a través de un espacio intermedio de mantenimiento creado por una gran celosía de madera.

El nuevo edificio deberá servir como base conceptual para otros similares en el futuro: una edificación icónica, compacta y eficiente energéticamente, realizada con materiales naturales y empleando la mejor tecnología disponible, en favor de la sostenibilidad. El empleo de una envolvente de madera altamente industrializada, confirma la idea de que el respeto al medio ambiente no entra necesariamente en conflicto con la tecnología.

 

El empleo de los paneles de madera laminada permite que el edificio tenga un cualidad casi orográfica (foto Berta Buzunariz)

 

Soluciones constructivas

Entre las opciones estructurales existentes, el empleo de los paneles de madera laminada,  CLT, ofrece la posibilidad de generar las piezas necesarias en fábrica para su posterior traslado y el rápido ensamblaje en el lugar. Este sistema facilita una gran libertad formal que permite llegar al objetivo que perseguía el estudio: que el edificio tuviera una cualidad casi orográfica. Además, la madera es un material natural, renovable y que funciona como “depósito” de CO2.

 

Utiliza paneles de madera,  un material natural, renovable y que funciona como “depósito” de CO2

 

Se pretendía que el edificio, de unos 280 metros cuadrados, se viese como un “elemento natural”, y dado que iba a poder ser visto tanto desde los diferentes frentes como desde una posición elevada, era necesario encontrar un sistema de revestimiento que permitiera tanto su uso en fachadas como en las cubiertas. La solución fue un revestimiento continuo que permite solucionar la impermeabilidad del edificio en un segundo nivel: un revestimiento de madera con sistema ventilado en el caso de la cubierta. La madera empleada es pino Douglas termo tratado, coloreado por proceso de impregnación.

 

El revestimiento de madera con sistema ventilado soluciona la impermeabilización de la cubierta.( foto Berta Buzunariz)

 

Teniendo en cuenta que un edificio a resolver en una única planta conlleva un mal coeficiente, de forma que aumenta las pérdidas energéticas en invierno, los promotores del proyecto optan por compensar éstas con las ganancias solares y las cargas internas. Para lo primero, los huecos del edificio se orientan a sur. Por otro lado, el  mal coeficiente de forma aumenta las ganancias en verano, que deben de minimizarse, por lo que se recurre a un alero que protege el gran ventanal a sur de la zona de trabajo. El alero reduce las ganancias en verano y las permite en invierno, pero por sí solo se mostraba como un elemento insuficiente, lo que se solucionó con celosía de madera que, además, se convierte en  elemento de seguridad del edificio.

Estrategias pasivas

Acorde con las tareas desarrolladas en el interior del Guarderío, se planteó un sistema de construcción respetuoso con el medio ambiente y con un consumo energético casi nulo, lo que le ha valido al proyecto la obtención de la  certificación Passivhaus del Passive House Institute (PHI).

El sistema estructural facilita la continuidad del aislamiento por el exterior del edificio, colocado  bajo la losa de cimentación, y dándole continuidad por el exterior de la cáscara estructural de CLT. Esto reduce la presencia de puentes térmicos y su magnitud.

 

Para  garantizar la calidad del aire interior ha sido dotado de dos  equipos de ventilación con recuperación de calor

 

El CLT tenía un componente de confort sensorial al dejarlo visto al interior. Esta apuesta obligaba a ejecutar la estanqueidad por el exterior de los paneles. Para evitar las condensaciones intersticiales, se optó por colocar una lámina con doble Sd en la cara exterior del tablero para minimizar la salida del vapor de agua hacia el exterior, pero permitir el flujo del mismo hacia el interior.

Sistema de ventilación con recuperación de calor

Para  garantizar la calidad del aire interior, mediante una cantidad continua de aire fresco y filtrado, y una temperatura interior confortable en una zona climática D2 como es la de Estella, el edificio ha sido dotado de dos  equipos de ventilación con recuperación de calor de la marca Zehnder: ComfoAir Q600 y ComfoAir Q450, con un volumen de aire de hasta 600 m3/h a 200 Pa, el primero, y de 450 m3/h, el segungo. Estas unidades, que tienen un consumo energético muy bajo, logran una recuperación de calor de hasta un 96%, garantizando aire de calidad, sin polvo y una humedad adecuada. Un sistema de By-pass modulante en línea permite obtener una información continua del clima exterior e interior a través de unos sensores de humedad.

De este modo, es posible adaptar el clima interior en función del promedio de las lecturas obtenidas durante los días anteriores. Además, gracias al sistema de precalentamiento modular, es posible un control de la temperatura de entrada del aire y optimizar así su suministro, reduciendo las pérdidas de presión y el consumo de electricidad.