El papel de las ingenierías ante los retos del sector HVAC&R

El papel de las ingenierías ante los retos del sector HVAC&R

A pesar de los avatares del sector y los vaivenes del mercado, la ingeniería española afronta una etapa de auge en la que ha sabido reinventarse, con proyectos renovados y de nueva creación. Ante los retos del sector HVAC&R mira hacia la aplicación de prácticas y soluciones volcadas en eficiencia energética y descarbonización

 

Por Ignacio Gómez-Cornejo Gilpérez, president ASHRAE-SPAIN CHAPTER

 

La llamada ‘descarbonización’ comprende un largo elenco de prácticas, medidas y políticas de neutralización de la emisión del CO2 a la atmósfera, que en pocos años ha venido a erigirse en la divisa esencial por la que toda la cadena de valor de la industria, y concretamente de la ingeniería/país—no sólo en nuestra nación, sino en todo el planeta— ha de pasar ineludiblemente.

 

En base a este acuciante y necesario vector eco-económico, se viene procurando el concebir a contrarreloj innovadores diseños desde una perspectiva de economía circular. En este contexto, habrá que considerar que no sólo la mera operación y el mantenimiento, el gasto energético o el origen de fuentes renovables se maximizan y alinean con los requisitos marcados en Europa u otros organismos internacionales, sino que hay que comprender y considerar, con cuidado, la indeseable repercusión carbonizadora que arrastran el origen de fabricación de los equipos y su logística asociada, de la metodología de la construcción o de la instalación en sí mismas, considerando, como es natural, todo el ciclo de vida del conjunto, desde su primer esbozo conceptual hasta el decomisionado.

 

 

En España el sector de la construcción supone en torno al 5% del PIB; dentro de instalaciones terciarias y el parque conjunto de toda la edificación, HVAC&R es de largo el mayor exponente en términos de energía consumida, por lo que las mejores prácticas en diseño e instalación recaen con especial énfasis en este sector.

 

Consumo en el residencial y terciario

Concretamente, el total del parque terciario y residencial en España consume en torno al 30% de la energía global utilizada, siendo en consecuencia el consumo procedente de HVAC&R en torno a más de un 70%, según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

 

Vivimos tiempos convulsos, de permanente cambio; la digitalización ha traído a la ingeniería nuevos paradigmas de eficiencia así como recursos tecnológicos disruptivos (modelizado 3D, realidad aumentada, realidad virtual, simulación energética, dinámica computacional de fluidos, por mencionar algunos sobradamente conocidos); también ha acarreado mucha más visibilidad y posibilidades de monitorización y medición en tiempo real, y es sobre todo en este extremo, desde esta nueva red global, en donde sin duda la ingeniería está retroalimentándose de una forma acelerada desde las fuentes de un tejido productivo que como nunca, ahora está más conectado y toda mala praxis o mejora productiva, de un modo casi inmediato, se incorpora al sistema bien como lección aprendida, o bien como nuevo requerimiento de diseño que a su vez retroalimenta en mayor o menor medida al sector.

 

La digitalización ha traído a la ingeniería nuevos paradigmas de eficiencia así como recursos tecnológicos disruptivos

 

Por otro lado, la Unión Europea lidera, desde hace más de 20 años, las políticas (y su aplicabilidad) de sostenibilidad y descarbonización a nivel global, y la industria española, bajo tal espíritu, ha seguido la estela de una Europa que ha despertado las conciencias de buena parte del globo (no olvidemos que de los 32.000 millones de toneladas métricas anuales de CO2 emitidas globalmente a la atmósfera por la industria, unas 20.000 proceden del conjunto de China, EEUU, Japón, Rusia e India, según datos del Banco Mundial).

 

Por si todo esto fuera poco, dos ingredientes de carácter histórico se han sumado a la situación geopolítica, uno fue la COVID, de la que aún queda cierta resaca y ciertos coletazos que supusieron tan severa y larga crisis, y otro, incorporado a nuestro día a día desde hace más de un año es la crisis energética con todos sus tintes inflacionistas y de mercados financieros regionales afectados.

 

 

En este escenario de tormenta perfecta, pese a todo, España ha crecido más de un 20% sólo en bienes de equipos de climatización, según datos publicados por AFEC. Concretamente, ha habido un crecimiento notable en equipos de bomba de calor, en detrimento de una caída de equipos para calefacción y ACS con fuentes fósiles, pero la buena noticia, es que todo el sector de fabricantes dependientes de GLP o combustibles fósiles está sabiendo migrar hacia nichos de mercado en línea con la descarbonización y el nuevo mix eléctrico, donde las fuentes de origen natural renovable, biometano o hidrógeno verde van conquistando—con arreglo a nuevas normativas y legislación actualizada— mayores cuotas sobre el total de generación.

 

Un sector clave y reavivado

En cuanto a la ingeniería, como pieza clave que nos ocupa en la cadena de valor de este sector, se ha mantenido a pulso saludable, con renovados proyectos, otros grandes de nueva creación, y sectores repuntados como consecuencia del fin de la COVID (hostelería, oficinas o retail).

 

La ingeniería, como pieza clave que nos ocupa en la cadena de valor de este sector, se ha mantenido a pulso saludable, con renovados proyectos

 

Se ha producido, y aún queda largo recorrido, un incremento de medidas de rehabilitación en todo el sector, que en muchos casos sólo han afectado a la envolvente térmica (pero que la simulación y el uso de programas certificadores dentro de la ingeniería, han tenido mucho peso) y en otros sólo a la renovación de las instalaciones. En dicho sentido, tanto el sector público como el sector privado aún han de nutrirse de los ejes de financiación y ayudas públicas merced a diversos fondos de origen europeo, nacional o de comunidades locales.

 

En ASHRAE Spain Chapter advertimos que la ingeniería en España—dentro del escenario de los referidos cambios—goza por tanto de buen estado de salud, y la prueba—pese a las latencias o retardos económicos de la inversión—es que ante las pruebas de estrés real en que estamos inmersos, el sector se ha reavivado y ha buscado caminos de innovación y mejora continua. La ingeniería en España ha sido históricamente un sector de enorme creatividad y capacidad para la reinvención.

 

Como ya hemos transmitido en otros foros, la ingeniería española, en suma, es un sector moderno que ahora se encuentra en auge y ha sabido vertebrase en torno a organizaciones y asociaciones profesionales propias o foráneas que, a la postre, se ha ido segmentando según ramos y clústeres verticales (industrial, comercial, teleco, renovables, farma, hospitalario, logística, residencial, redes de distrito, generalista sector terciario, obra pública). Además, las pequeñas empresas y los autónomos han propiciado una capacidad de adaptación global a la variabilidad de precios y demanda, lo que en términos de país es una clara ventaja ante los toboganes coyunturales, si bien dicha atomización creemos que no ayuda a la dinámica de precios y calidad final del servicio entregado.

 

La toma de conciencia con la CAI

 

Dentro de los cambios sobrevenidos por la COVID, mención aparte merece todo lo relacionado con el filtraje, calidad y renovación del aire exterior (CAI), segmento éste que se ha disparado en crecimiento en los últimos tres años: ello ha permitido tomar conciencia de un campo no tan transitado y profundizado como hasta la fecha. Un largo elenco de productos y empresas ha permitido también tomar conocimiento de aspectos técnicos e implementables, antes pasados por alto. La salud, la renovación del aire y las nuevas tecnologías marcan muchas veces los proyectos en cuanto a calidad del aire se refiere, según sector y tipología de edificación: desde la ingeniería muchas veces el trabajo recae no sólo en cuidar estos novedosos detalles venidos por la COVID, sino como decíamos al principio, en minimizar la factura del gasto energético y de la operación y mantenimiento, mirando ante todo prácticas y soluciones volcadas en eficiencia energética y descarbonización: el reto ahora es, por lo tanto, hacer la mejor ingeniería minimizando el OPEX.

 

La salud, la renovación del aire y las nuevas tecnologías marcan muchas veces los proyectos

 

Al margen de todo, existen dos cuestiones, casi, casi seculares en lo que a ingeniería hispana se refiere: el indiscutible talento que se prodiga en nuestro país, junto a los precios más que competitivos —si se comparan con los de otros países del primer mundo— son la cara y la cruz que arrastramos en nuestra cultura ingenieril.

 

Formación para cubrir la demanda

 

Desde Ashrae Spain Chapter queremos llegar a los jóvenes estudiantes y recién licenciados mediante dos programas y cómites respectivos: SB (rama de estudiantes) y YEA (jóvenes ingenieros). España necesitará en torno a 200.000 ingenieros de aquí a 10 años, y lo que no podemos permitirnos es un mercado donde el talento se fugue hacia países vecinos que les ofrecen lo que aquí, sin embargo, también existe como oferta. De ese volumen, un buen número deberá especializarse en HVAC&R. Desde YEA y SB organizamos talleres y conferencias con ánimo de hacer llegar en profundidad el calado, riqueza y acervo ingenieril que tiene esta industria de HVAC&R; sin duda un enorme campo pleno de posibilidades, utilidades y conocimiento. Es una labor necesaria, puesto que en las universidades se pasa muy superficialmente por una industria que como hemos aquí expuesto no sólo será clave para el camino descarbonizador, sino que aún ha de evolucionar y someterse a desafíos tecnológicos futuros de muy largo alcance y repercusión global.