F-PI pone en marcha una estrategia para resolver los problemas de financiación para proyectos de eficiencia energética

F-PI pone en marcha una estrategia para resolver los problemas de financiación para proyectos de eficiencia energética

Ante las dificultades que encuentran las entidades financieras a la hora de apoyar proyectos de eficiencia energética, el proyecto F-PI “Financing Energy Efficiency using Private Investments” (Financiación de Eficiencia Energética con Fondos Privados) ha puesto en marcha  una estrategia con la finalidad de reducir y/o eliminar estos barreras.

Las entidades que conforman el consorcio del proyecto, son conscientes del gran interés en general, por parte de la sociedad, en el  desarrollo de proyectos de energías renovables y eficiencia energética, derivado, en parte, por el  Acuerdo de París de 2016 y de los compromisos adquiridos por la Unión Europea en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de energías renovables y la mejora de la eficiencia energética.

Asimismo, en 2020, y como consecuencia de la crisis económica causada por la pandemia de coronavirus, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los dirigentes de la UE han acordado un paquete de estímulos económicos para la Unión Europea, el NextGenerationEU. El 30% de los fondos se dedicará a lucha contra el cambio climático. A España le corresponderán, en total, más de 35.000 millones de euros. Un interés que contrasta con las dificultades  para encontrar financiación privada para apoyar este tipo de proyectos.

El consorcio lleva dos años colaborando de forma estrecha con entidades financieras especializadas en proyectos de eficiencia energética y con los departamentos de financiación sostenible de entidades más generalistas, explica Jesús Rubio, Manager del equipo de Energy Economic Consulting de Deloitte, entidad que lidera el consorcio F-PI . “Esto nos ha dado una gran experiencia en la identificación de las actuaciones más apropiadas para cada tipo de entidad, colaborando con ellas y con los promotores para conseguir el objetivo de ambas partes: financiar proyectos sostenibles. Además, este servicio es gratuito al estar financiado por la Comisión Europea, en el marco del Horizonte 2020”, indica Rubio.

Barreras y soluciones

En concreto, el proyecto F-PI ha identificado 5 dificultades y barreras, a las que  propone soluciones a cada una de ellas:

1) Dificultad – Falta de conocimientos de las tecnologías de eficiencia energética, y falta de confianza en los proyectos que se presentan: La realidad es que los proyectos de eficiencia energética basan su rentabilidad en tecnologías modernas y cuya comprensión exige un conocimiento profundo del sector energético, que a menudo no son familiares para las entidades financieras. Al ser presentadas por el potencial cliente, que es parte interesada, la entidad financiera no puede confiar en ellas.

Solución – Desde F-PI, se ofrece un informe de viabilidad técnica en el que se evalúan, de manera independiente, los proyectos, y se presentan, en un documento corto, los principales resultados.

2) Dificultad – Complejidad de la documentación soporte aportada para justificar los proyectos: Esta barrera tiene que ver con la presentación, por parte de los promotores, de extensas memorias y estudios de viabilidad técnica y económica, difíciles de analizar para profesionales financieros no especializados. Asimismo, no hay un contenido ni formato estándar para estos estudios, lo que complica encontrar la información que interesa.

Solución – Como se ha señalado anteriormente, desde F-PI se realiza un informe de viabilidad técnica en un formato estándar y con una extensión reducida, donde se recogen los principales resultados del proyecto y la información más importante para tomar una decisión sobre él.

3) Dificultad – empresas promotoras de pequeño tamaño: Es común que los proyectos estén ejecutados por empresas de reciente creación, dirigidas por profesionales con amplia experiencia en el campo de la eficiencia energética, pero con balances pobres. De esta manera, proyectos muy prometedores se ven frenados por el escaso músculo financiero de los promotores, y el riesgo financiero consecuente.

Solución – Desde F-PI planteamos, entre otras, la opción de préstamos sindicados, basados en la participación conjunta en el préstamo de varias entidades de crédito, que de esta manera comparten el riesgo de las operaciones.

4) Dificultad – Proyectos de pequeño tamaño: El presupuesto medio de los proyectos de eficiencia energética es relativamente bajo (en el proyecto F-PI, la media de los proyectos analizados no llega a los 100.000 euros, y la de los proyectos financiados es de 150.000 €). Como consecuencia, las entidades financieras pueden encontrar poco atractiva la financiación de estos proyectos, considerando además su complejidad técnica.

Solución – Una solución para esta barrera es la agregación de proyectos por parte de un promotor, de forma que, en vez de financiar cada proyecto, se le ofrezca una línea de crédito para diversas actuaciones, o se financien varios proyectos a la vez. Esta solución ha sido creada en primicia dentro del proyecto F-PI.

5) DificultadComplejidad del cálculo e imprevisibilidad de los flujos de caja de los proyectos: A la hora de emprender un negocio y de financiarlo, es imprescindible elaborar un plan de negocio creíble y bien fundado. Estimar, de forma razonable, los futuros ingresos o ventas, y gastos necesarios (materiales, suministros, personal), y cómo evolucionarán con el crecimiento del negocio es vital para determinar si el negocio será rentable, y si conviene invertir en él, tanto como promotor, como financiándolo.

En el caso de los proyectos de eficiencia energética y de autoconsumo solar, los ingresos son ahorros procedentes de la reducción del coste del suministro de energía, bien reduciendo las necesidades (eficiencia energética), o produciéndolo a un coste inferior 4 (autoconsumo solar).

En este caso, el uso de hipótesis como horas de producción de la planta solar u horas de funcionamiento anuales de la instalación son vitales para determinar la rentabilidad, pero no dejan de ser estimaciones, que deben ser rigurosas.

Solución – F-PI, hace un análisis independiente de estas hipótesis, determinando si son realistas o excesivamente optimistas, para dar seguridad tanto al promotor como al financiador de la conveniencia de afrontar el proyecto.