La bomba de calor Nimbus Compact 50 M Net R32 de Ariston, recomendada por la OCU

La bomba de calor Nimbus Compact 50 M Net R32 de Ariston, recomendada por la OCU

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su último análisis comparativo de sistemas de aerotermia, ha valorado la bomba de calor modelo Nimbus Compact 50 M NET R32 de Ariston, como uno de los mejores equipos, por su «excelente funcionamiento y usabilidad».

 

Según el artículo Compra Maestra (n.º 506), este equipo monobloc de Ariston destaca por su «buen funcionamiento general» y  por «sus características técnicas avanzadas», siendo una opción sólida para viviendas que buscan soluciones de climatización sostenibles.

 

Esta bomba de calor aire-agua, que proporciona calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, ha sido diseñada para responder a las exigencias de los hogares actuales. Destaca por:

 

  • Tecnología inverter y conectividad total con Ariston NET, para controlar el sistema desde el móvil y recibir asistencia técnica online.
  • Unidad interior tipo nevera con todos los componentes integrados de serie dentro del mismo volumen.
  • Sensys HD, la centralita inteligente que actúa como cerebro del sistema, incluida de serie.
  • Clasificación energética hasta A+++, con funcionamiento fiable incluso en condiciones meteorológicas adversas

 

Además, gracias a su diseño monobloc y componentes integrados, se adapta fácilmente a todo tipo de viviendas, incluso aquellas con espacio limitado.

 

Sistema de financiación Ari Pay

 

Para facilitar el acceso a esta tecnología, Ariston ha lanzado Ari Pay, su sistema de gestión de ayudas y financiación que permite obtener hasta un 70% de descuento en la instalación de aerotermia gracias a la integración con los Certificados de Ahorro Energético (CAEs).

 

Ari Pay permite al instalador ofrecer un descuento directo al cliente sin esperas, ya que Ariston adelanta la ayuda económica. Además, incluye la gestión de la documentación para que los propietarios puedan beneficiarse también de la deducción fiscal del 60% en el IRPF. De este modo, una instalación valorada en 10.000 euros puede tener un coste real de apenas 3.250 euros, con una amortización media inferior a cuatro años.