La red de calor de Ponferrada atenderá la demanda de más de 2.800 viviendas y de 43 edificios terciarios
Las obras para la ampliación de la red de calor de Ponferrada, que suponen una inversión de 2,76 millones de euros, siguen avanzando, después de que se iniciaran el pasado mes de junio. Cuando la red sostenible esté completamente desplegada, previsiblemente en abril de 2025, podrá atender la demanda de más de 2.800 viviendas y de 43 edificios terciarios y supondrá la paralización de más de 100 chimeneas de combustible fósil en la ciudad.
La nueva infraestructura, que ha sido visitada recientemente por el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, tendrá una capacidad de producción de energía térmica renovable de 32.000.000 kWh útiles/año. El presupuesto total necesario para el desarrollo completo de todas las partes del proyecto será de unos 12, 5 millones de euros.
Biomasa como combustible
La calefacción urbana centralizada comunitaria (district heating) de Ponferrada es una importante infraestructura energética que utiliza como combustible biomasa forestal renovable. La red se extiende por la zona oeste de la ciudad para atender las demandas de calefacción y agua caliente, tanto de edificios públicos como de edificios privados interesados en conectarse. Actualmente, están conectados a la red de calor 15 edificios terciarios: colegios, institutos, piscinas climatizadas, residencia de la tercera edad de la Rosaleda, etc.
El edificio construido para la central de generación tiene 1.029 m2 de superficie construida y está dividido en cuatro zonas diferencias. La zona de generación de calor alberga la caldera de biomasa instalada con 4.500 kW de potencia térmica. Se trata de una caldera de agua caliente con tecnología de parrilla móvil que utiliza como combustible biomasa forestal -chopo, pino y roble fundamentalmente- y dispone de control continuo de la combustión para minimizar las emisiones a la atmósfera. Además, cuenta con un avanzado sistema de filtrado de humos compuesto por un multiciclón y por un electrofiltro. Dentro de esta zona se encuentran también ubicados el resto de los elementos de la instalación de producción de energía térmica.
La central de generación de calor en su fase inicial actual cuenta con una caldera de 4,5 MW, y se ampliará en el futuro con dos calderas más, que en su fase final alcanzarán los 18,5 MW de potencia térmica.
Las obras de construcción de la primera fase de la central de generación de energía térmica renovable y de la red de canalizaciones de transporte de calor se encuentran finalizadas y están en funcionamiento desde diciembre de 2023. Las obras de mejora del vial de acceso, el depósito acumulador nocturno y la instalación solar fotovoltaica en autoconsumo también han concluido y se han puesto en marcha el primer trimestre de 2024. En el cuarto trimestre de 2024 saldrán a licitación las obras de ampliación de la central de generación para instalación de la segunda caldera de biomasa.
Red de Canalizaciones: fases
Desde la central de generación parte un ramal de canalizaciones de transporte de calor urbano, que se irá subdividiendo en ramales secundarios que se extienden por la zona oeste de Ponferrada.
El despliegue de la red se realizará de forma progresiva por zonas: Zona 0 (Parque de la Juventud), Zona 1 (La Rosaleda), Zona 2 (Huertas), Zona 3 (P.I Bierzo – Villablanca), Zona 4 (La Puebla – La Estación) y Zona 5 (Flores del Sil).
La red de calor en su fase inicial ya ejecutada, comprende la zona 0 y una pequeña parte de las zonas 1 y 2, y cuenta con una longitud de 8 kilómetros. La red de calor con todas sus fases tendrá una longitud total de 27 kilómetros.
Los objetivos perseguidos por el proyecto son:
- Prestar un servicio urbano de suministro centralizado de energía térmica al que se pueden sumar tanto los edificios públicos como los edificios privados, lográndose así importantes sinergias a todos los niveles.
- Sustitución del uso de energías fósiles por una energía renovable, sostenible y autóctona (biomasa) que contribuye a generar empleo en entornos rurales, disminuye la dependencia energética de la región y contribuye a la prevención de incendios forestales en nuestra comunidad autónoma.
- Reducción de las emisiones de co2 de los edificios de tres grandes barrios de Valladolid, disminuyendo la huella de carbono de la ciudad y contribuyendo a su transición ecológica.
- Digitalización y telegestión de la demanda de energía térmica de los edificios que se conecten al sistema.
Las ventajas para los futuros usuarios son las siguientes:
- Ausencia de equipos propios de producción de calor, combustibles y chimeneas (0 averías, 0 reposiciones, 0 riesgos de combustión, 0 ruidos y vibraciones, 0 costes de mantenimiento).
- Ahorro en factura energética (entre el 20 y 40%).
- Reducción de costes de mantenimiento y de renovación de calderas.
- Mejora de la calificación energética de los edificios al utilizar una fuente de energía renovable.
- Permanente actualización tecnológica.
- Mayor garantía, estabilidad y seguridad en el suministro energético
En la actualidad ya se han visitado más de 133 salas de calderas para prediseñar sus infraestructuras de conexión a la red de calor, y han firmado su adhesión a la red de calor las primeras 220 viviendas. La conexión de edificios públicos a la red de calor la realizará directamente la empresa pública de la Consejería, Somacyl, para lo cual ya se encuentran avanzadas las tramitaciones con las diferentes administraciones propietarias de edificios en la zona (Ayuntamiento, Diputación, la propia Junta de Castilla y León, etc). La conexión de edificios privados a la red de calor la realizará a través de suministradores homologados, que son personas físicas o jurídicas que desarrollan su actividad como empresa de servicios energéticos, una vez superado el procedimiento de homologación y solvencia abierto por la sociedad.
El biocombustible que se va a utilizar es astilla forestal procedente de trabajos silvícolas en los montes de Castilla y León (también de El Bierzo). La previsión de consumo futuro de biomasa para cubrir la demanda potencial de edificios conectables es de 11.800 toneladas astilla/año. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero conseguida con este importante proyecto medioambiental asciende a 8.300 toneladas CO2/año. La creación de empleo asociada será de 12 puestos de trabajo estables entre directos e indirectos.