La reducción de costes es consecuencia de la tecnología utilizada, que combina un tubo de calor con componentes controlados por un inverter. El tubo de calor funciona sin compresor, válvula de expansión ni otros componentes de regulación y, por lo tanto, no requiere energía eléctrica, excepto para el funcionamiento del ventilador. En función de la energía térmica generada en el armario de distribución y de la temperatura ambiente actual, la refrigeración se puede realizar únicamente con el tubo de calor. La refrigeración adicional del compresor solo funciona si se debe disipar una gran cantidad de calor del armario de distribución o si la temperatura ambiente es muy alta. Asimismo, cuando funciona, es mucho más eficiente desde el punto de vista energético que los dispositivos convencionales, porque el compresor y los ventiladores tienen un accionamiento controlado por inverter, lo que permite una velocidad basada en la demanda. En consecuencia, la temperatura en el armario de distribución es constante y la eficiencia energética es mucho mayor que en los refrigeradores convencionales.
Nuevos refrigerantes