Rehabilitación energética: oportunidad para el sector de las instalaciones térmicas

Rehabilitación energética: oportunidad para el sector de las instalaciones térmicas

 

El reto de la rehabilitación energética en el camino hacia la descarbonización abre grandes oportunidades para los profesionales de las instalaciones térmicas y su eficiencia energética. El trabajo conjunto y coordinado de todos ellos será clave en esta tarea, así como la figura del Gestor de la Rehabilitación.

 

Texto: Álvaro Pastor Peral,  Secretario de Atecyr

 

 

 

Álvaro Pastor Peral es Secretario de Atecyr y presidente de la Agrupación Atecyr Comunidad Valenciana.

La Unión Europea se ha marcado el reto de ser neutra en términos climáticos en 2050. Este objetivo general de “cero emisiones” de gases de efecto invernadero (GEI) significa “descarbonizar” la economía, y, bajo este contexto, el sector de la edificación debe emprender dos grandes líneas de actuación:

 

  1. La construcción de edificios de consumo de energía casi nulo (ya integrado en nuestra normativa energética edificatoria), que a partir de 2027-2030 deberán ser de cero emisiones.

 

  1. La mejora de la eficiencia energética de los edificios existentes. Es decir, rehabilitar para descarbonizar en 2050.

 

 

Y ante este enorme reto, se abren oportunidades para los profesionales de las instalaciones térmicas y su eficiencia energética, donde tenemos un papel clave a desempeñar.

 

 

La hoja de ruta de la rehabilitación energética en España

 

Dicho y hecho, Europa marca el ritmo de la descarbonización y España lo asume, lo articula y planifica la consecución de objetivos a medio y largo plazo a través de planes y estrategias que, en definitiva, establecen el marco de la rehabilitación energética de nuestros edificios, basado en reducción de emisiones GEI a través de la mejora de la eficiencia, aumento de las EERR y la búsqueda de un sistema eléctrico de producción 100% renovable.

 

En materia de instalaciones térmicas, la ERESEE “Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España”, pone negro sobre blanco estudios de la evolución futura de los sistemas de climatización y ACS, con recomendaciones específicas para la tipología edificatoria y según zonas climáticas, con el objetivo de cumplir los objetivos establecidos de descarbonización conforme a las prioridades tanto de la Unión Europea como el Grupo de Expertos Intergubernamentales de Cambio Climático: En primer lugar, las actuaciones de mejora de la eficiencia energética para, a continuación, desplegar las energías renovables.

 

 

Esta receta es la que determina las tres fases de la hoja de ruta española junto a sus objetivos estratégicos:

 

En el corto plazo (año 2030), el objetivo se centra en mejorar la eficiencia energética de los edificios nuevos y existentes, dirigiendo la transformación energética hacia la reducción de la demanda, instalaciones más eficientes e implementación de energías renovables.

 

A medio plazo (año 2040), la transformación irá encaminada a la descarbonización de los edificios y la integración de las energías renovables en la edificación. El futuro desarrollo tecnológico del sector marcará decisivamente el rumbo a seguir.

 

Las instalaciones térmicas deberán ser flexibles, capaces de gestionar su demanda y disponer de las herramientas TIC necesarias para un control integral

 

A largo plazo (año 2050), se establece la eliminación absoluta de las fuentes de energía causantes del efecto invernadero y la prohibición de emisiones emitidas cualquier gas de efecto invernadero. Los edificios deberán tener un protagonismo en la mejora del funcionamiento del sistema eléctrico renovable, deberán ser flexibles, acumular energía y tener en consideración el consumo energético de los vehículos eléctricos.

 

Las instalaciones térmicas deberán ser flexibles, capaces de gestionar su demanda y disponer de las herramientas TIC necesarias para un control integral de los recursos energéticos a emplear según su disponibilidad y su capacidad de operación. Si la producción eléctrica tiende a ser de origen renovable, implicará un suministro variable cada vez más dependiente de las condiciones climáticas (sol, viento y agua, etc).

 

Descarbonizar los edificios a través de la rehabilitación de sus instalaciones

 

Conocida la hoja de ruta, la gran pregunta es ¿qué tipo de rehabilitación se debe plantear en estos momentos donde hay un fuerte impulso político y económico a la rehabilitación de los edificios?

 

Las actuaciones deben combinar acciones y medidas para la mejora de la envolvente de los edificios, junto con estrategias de aumento de la eficiencia de las instalaciones

 

La tendencia es a que la gran mayoría de los edificios serán abastecidos con energía eléctrica, pero no debemos olvidar los escalones previos. Por ello, el resumen de la estrategia es clara: Combinar acciones y medidas encaminadas a la mejora de la envolvente de los edificios, que redunden en una menor demanda energética, junto con estrategias de aumento de la eficiencia de las instalaciones consumidoras de energía. Todo ello favorecerá la reducción de su consumo de energía, que deberá ser abastecido mediante energías renovables generadas in situ.

 

El consumo de energía deberá ser abastecido mediante energías renovables generadas in situ

 

En este sentido, las bombas de calor son los equipos con una mayor y más rápida adaptación a la ola de la rehabilitación. Su reversibilidad, buenas condiciones de trabajo en prácticamente todas las condiciones climáticas exteriores existentes en España y su alta eficiencia energética las convierten en la técnica por excelencia. Eso sí, un edificio eficiente será mucho más fácil de descarbonizar: menor potencia de generación, menor potencia en unidades terminales, menor consumo energético y mayor confort sin requerir altas temperaturas de trabajo.

 

Descarbonización no es sólo la electrificación

Efectivamente, rehabilitar energéticamente un edificio no es tan sólo, ni tan simple, como electrificar. Tenemos el reto de la rehabilitación de las instalaciones térmicas con combustibles fósiles (GLP, gas natural, gasóleo, etc.) y a nuestra disposición la solución viable mediante gases renovables, de origen sintético o hidrógeno verde, siempre que se garantice la seguridad de su suministro a los usuarios finales. Desde luego, el estado de la técnica de fabricantes de generadores de energía y quemadores estarán preparados para usar, ya sea parcial o totalmente, estos nuevos combustibles.

 

Gases renovables, hidrógeno verde o energías renovables (biomasa, solar térmica y geotérmica) son opciones viables para la descarbonización

 

Otra forma de descarbonizar sin electrificar es el uso de la biomasa, con el valor añadido de la puesta en valor de residuos orgánicos y forestales, favoreciendo la sostenibilidad del edificio. Un impulso a esta tecnología será, además, elemento de cohesión con el medio rural, tanto como suministrador de biomasa como para su uso propio.

 

Apostar por estas tecnologías, incluyendo las renovables térmicas (solar térmica y geotérmica) es una oportunidad para la rehabilitación y para el sector.

 

 

Por último, y no menos importante, son las soluciones de rehabilitación que garanticen la calidad del aire interior en los edificios mediante instalaciones mecánicas de ventilación eficientes. Si la pandemia por COVID-19 puso de manifiesto la necesidad de ventilar “como fuese”, una vez “gripalizado” el virus, no parece haber excusa para hacerlo en términos de eficiencia y eficacia. Un nuevo reto, una nueva oportunidad: La rehabilitación/integración de sistemas de ventilación de alta eficiencia energética de edificios existentes.

 

La rehabilitación/integración de sistemas de ventilación de alta eficiencia energética de edificios existentes es un reto y también una oportunidad

 

En cualquier caso, y siempre que hablamos de rehabilitación, no hay una única solución única. La tipología de edificio, su uso, características constructivas, emplazamiento, orientación, distribución interior, espacio disponible, acceso al sol, etc., condicionan de forma determinante la estrategia de rehabilitación de las instalaciones. Es aquí donde los técnicos, desde la identificación de la medida de rehabilitación propuesta hasta su puesta en marcha, y durante todo su ciclo de vida, debemos trabajar de forma conjunta y coordinada.

 

El papel de los técnicos en el desarrollo de proyectos de rehabilitación energética: La figura del Gestor de la Rehabilitación

 

La propia administración es plenamente consciente de la importancia y necesidad de esta forma de trabajo colaborativa y que, para cumplir con los objetivos de descarbonización de la economía en general y del parque edificatorio existente en particular, era necesaria definir, promover e incluso financiar la figura de un Project Manager en rehabilitación que ejerza como coordinador técnico, genere el efecto tractor de la rehabilitación y que, a su vez, introduzca aspectos relacionados con la gestión económica, de fondos públicos y subvenciones, publicidad y difusión, etc. de forma que pueda participar del modelo de negocio de la rehabilitación energética.

 

 

El RD 853/2021, además de ser la gran herramienta de financiación de la rehabilitación en el sector residencial hasta el año 2026, define de forma clara y precisa el alcance y atribuciones de este profesional: “Persona física o jurídica, o entidad pública o privada que pueda realizar actuaciones de impulso, seguimiento, gestión de ayudas públicas, acceso a la financiación, elaboración de documentación o proyectos técnicos u otras actuaciones, con el objetivo de facilitar modelos tipo ‘llave en mano’ a propietarios y comunidades de propietarios de edificios de vivienda”.

 

Es necesario promover y financiar la figura de un Project Manager en rehabilitación que ejerza como coordinador técnico e introduzca aspectos relacionados con la gestión económica

 

Queda en manos del sector y de la propia administración la dinamización de esta figura, la definición de un currículo formativo desde el punto de vista técnico y, casi con la misma importancia, desde el punto de vista de la comunicación de la rehabilitación. Saber transmitir a los usuarios de los edificios, con un lenguaje claro y común, la mejor alternativa energética a la hora de rehabilitar su inmueble ayudará al usuario a entender las mejoras de un edificio bien rehabilitado. Quizá, de ese modo, consigamos ente todos acercar la ciudadanía al sector público y a los mecanismos de financiación que pone a su disposición.

 

La financiación de la rehabilitación energética

 

El IDAE y el Plan de Rehabilitación y Regeneración Urbana, han sido los mecanismos tradicionales de financiación pública de la rehabilitación. Sin embargo, no han supuesto un impulso sustancial de la rehabilitación energética: comunicación poco fluida entre propietarios, usuarios y financiadores, largos y complicados procesos administrativos de presentación y concesión de ayudas a la rehabilitación, dificultades en los períodos de justificación de las mismas y demoras en el ingreso de la ayuda obtenida por parte de los beneficiarios son motivos que han llevado a un lento despegue de esta oportunidad. Tanto es así que el propio sector, de forma general, carece de una experiencia consolidada ni formación específica continuada.

 

El Plan de Recuperación para Europa (Next Generation EU) supone una nueva oportunidad, en forma de ingente cantidad de fondos públicos para la rehabilitación de los edificios. Sin embargo, con los fondos, la técnica y tecnología estando disponibles, los problemas anteriores siguen presentes, casi endémicos, dificultando su implantación definitiva.

 

En cualquier caso, el tantas veces confuso aluvión de Reales Decretos y disposiciones autonómicas con convocatorias de ayudas han venido para quedarse. El sector debe acostumbrarse a las convocatorias de ayudas de financiación pública y sus mecanismos de solicitud y justificación. La recompensa final bien merece el esfuerzo.