Se inicia la tramitación parlamentaria del primer proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética

Se inicia la tramitación parlamentaria del primer proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética

Con el envío a las Cortes, ayer, 19 de mayo, del proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica (PLCCTE) a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) , se inicia la  tramitación parlamentaria del primer proyecto legislativo para que España alcance la neutralidad de emisiones en 2050, en coherencia con el criterio científico y las demandas de la ciudadanía.

De esta forma, y ante la emergencia climática, España fija por ley sus objetivos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a 2030 en un 20% respecto a los niveles de 1990, un objetivo que supone un aumento de la ambición española en materia de clima, se alinea con el objetivo marcado por la Unión Europea (UE) para ese año y responde al Acuerdo de París, que establece que los países deben aumentar su ambición en materia de reducción de emisiones en 2020. Contribuye también a impulsar la  acción conjunta de todos los países para avanzar “lo antes posible”, en la transición global hacia una economía neutra en carbono a través del marco multilateral que ofrece la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Para alcanzar esta meta, el sistema eléctrico español tendrá que tener en 2030 una presencia renovable de al menos un 70% y ser  100% renovable en 2050. También antes de la próxima década, el 35% del consumo final de la energía, como mínimo, deberá ser de origen renovable. En cuanto a las medidas de eficiencia energética, tendrán que reducir el consumo de energía primaria en, al menos, un 35%.

“Este texto sitúa la lucha contra el cambio climático y la transición energética en el centro de la acción de las Administraciones Públicas”, explicó la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. “Se trata de un proyecto de país, responsable con nuestro presente, nuestra salud, nuestra calidad de vida, nuestro modelo de prosperidad y, sobre todo, nuestro futuro”, añadió la la vicepresidenta cuarta del Gobierno.

Neutralidad de emisiones en 2050

Además de alcanzar “a más tardar en el año 2050” la neutralidad de emisiones, es decir, el país solo emitirá la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que sus sumideros puedan absorber, la ley articula la respuesta transversal del país al desafío del cambio climático, al que España es especialmente vulnerable, basada en principios de desarrollo sostenible, justicia social, resiliencia, precaución y no regresión de los avances logrados, protección y promoción de la salud pública, mejora de la competitividad de los sectores productivos y cooperación entre Administraciones.

Por otro lado, teniendo en cuenta el contexto de reactivación de la economía frente al COVID-19, el proyecto facilita las señales adecuadas para aprovechar todas las oportunidades en términos de modernización de la economía, de la industria, de la generación de empleo y de la atracción de inversiones que abre el tránsito hacia una prosperidad inclusiva y respetuosa con los límites del planeta. Lo hace en línea con el Pacto Verde Europeo, que será uno de los ejes del marco de recuperación que ultima la Comisión Europea. En este contexto., “la transición energética se va a convertir en una fuerza motriz determinante para generar actividad económica y empleo a corto plazo, y hacerlo de forma coherente con lo que necesitaremos como país en el medio y en el largo plazo”, señala Ribera.  Y para ello, “hemos identificado los objetivos y las herramientas, se ha diseñado una planificación robusta, contamos con la certeza de que la transición energética tendrá impactos positivos sobre nuestra economía y nuestro bienestar, y sabemos que pueden empezar a materializarse de forma inmediata. Este proyecto otorga, por fin, un marco institucional a la acción que nos pide la Ciencia y la gente, y llega en un momento en el que es más necesario que nunca”, ha concluido la ministra.

Modelo de desarrollo sostenible

El texto recoge por primera vez la necesidad de emprender políticas públicas de adaptación al cambio climático mediante la implantación de un modelo de desarrollo sostenible e incorporando a todos los  sectores económicos a la acción climática, desde la generación de energía y las finanzas a los sectores primarios, pasando por el transporte, la industria o las administraciones públicas.

La eficiencia energética y la progresiva penetración de energías renovables en el mix energético español, considerados los pilares de la descarbonización, constituyen palancas de reactivación económica en el corto plazo y, al tiempo, posibilitan la consolidación de la cadena de valor asociada a su despliegue.

Para la introducción de renovables en el sistema, el texto prevé el desarrollo de un nuevo marco retributivo para la generación renovable, basado en el reconocimiento a largo plazo de un precio fijo por la energía. Y en cuanto  a la eficiencia energética, las principales medidas se concentran en el ámbito de la rehabilitación energética de edificios, otro segmento clave en la reactivación económica que, además, es un pilar de la lucha contra la pobreza energética.

El sector de la movilidad y el transporte está en disposición de posicionar toda su cadena de valor en espacios de liderazgo de los nuevos modelos de movilidad sostenible, para lo que el proyecto plantea un marco de descarbonización progresiva que favorece la adaptación industrial y tecnológica, y abre nuevas oportunidades de negocio.

Por otro, lado, el PLCCTE fomenta, a través de planes específicos, el uso de gases renovables, incluyendo el biogás, el biometano, el hidrógeno.

En cuanto a los recursos para lograr los objetivos para hacer frente al cambio climático, proyecto establece que un porcentaje de los Presupuestos Generales del Estado se destinará a contribuir a los objetivos en materia de cambio climático y transición energética.

Junto con el PNIEC

Los objetivos del PLCCTE se implementarán a través de los sucesivos Planes Nacionales de Energía y Clima (PNIEC). El primero de ellos, para el periodo 2021-2030, diseña una trayectoria que permitirá reducir las emisiones en un 23% respecto a 1990 al finalizar la presente década, duplicando el porcentaje de renovables en el consumo final, hasta un 42%. La presencia de energías limpias en el sistema eléctrico llegará hasta 74%  y la eficiencia mejorará en un 39,5%.