
Un correcto aislamiento permite a los consumidores ahorros de hasta 560 euros anuales, según AFELMA
AFELMA, la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes, informa de su participación en la consulta pública abierta por la Comisión Europea para revisar la Arquitectura de Seguridad Energética de la UE, que tiene como finalidad fortalecer las medidas que minimicen el riesgo de futuras crisis energéticas que garanticen una mayor estabilidad y sostenibilidad en el suministro energético. Con su participación, la asociación española quiere «poner de manifiesto el papel fundamental que pueden desempeñar las medidas de eficiencia energética para afrontar estos retos».
Tanto el aislamiento como otras soluciones tecnológicas y de eficiencia energética mejoran directamente la seguridad energética, los esfuerzos de descarbonización, la competitividad y la soberanía de Europa al reducir la demanda de energía, aplanar los picos de consumo y optimizar las infraestructuras energéticas, señalan desde AFELMA. Por ello, aislar adecuadamente el parque de edificios español, el segundo país de la zona euro con más población viviendo en pisos, puede suponer, según demuestra un reciente estudio de EURIMA, una reducción del consumo de calefacción en picos estacionales de hasta un 50% para 2050.
Para los consumidores, las mejoras del aislamiento en las viviendas puede suponer un ahorro de hasta 560 euros anuales en comparación con escenarios de tasas de renovación más lentas. «Esto mejora la resiliencia económica de las familias, especialmente durante crisis geopolíticas y fluctuaciones del mercado energético», señala AFELMA.
Rehabilitación energética y mejora del aislamiento
Según algunos informes, de los que se hace eco AFELMA, el aumento de las rehabilitaciones de edificios de las clases F y G al nivel E (renovación moderada de la envolvente del edificio) reduce la dependencia de combustibles fósiles en un 31% y del gas en un 13%.
Adicionalmente, y según datos de EURIMA mejorar el aislamiento de los edificios disminuye la congestión en las redes de transmisión hasta cuatro veces y optimiza las inversiones en redes de distribución en 44.200 millones de euros anuales. Esto también reduce la necesidad de que sectores industriales intensivos en energía detengan su producción durante períodos de alta demanda, evitando así los elevados costes de oportunidad y de reinicio de procesos, a la vez que fortalece la competitividad de las industrias europeas.
Además de los beneficios globales descritos anteriormente, el aislamiento eficiente de los edificios también resulta beneficioso para los usuarios en tanto que las renovaciones energéticas garantizan el acceso a calefacción y electricidad esenciales; mejoran el equilibrio en los precios de la electricidad; reducen la dependencia energética; ofrecen mayor comodidad y salud en los hogares; permiten ahorros en costos del sistema energético; y fomentan el acceso a subvenciones y ayudas públicas.