ABB alcanza cero residuos en su fábrica de Frosinone

ABB alcanza cero residuos en su fábrica de Frosinone

La fábrica italiana de ABB Smart Power, en Frosinone, ha materializado uno de sus objetivos  prioritarios: conseguir que ningún residuo de la producción vaya a parar a los vertederos. Lo ha hecho anticipándose 14 años a la estrategia del paquete de economía circular de la Unión Europea, no verter más de un 10% en 2035.

Las previsiones apuntan a que la generación mundial de residuos anuales se dispare, llegando hasta los 3.400 millones de toneladas en los próximos 30 años, frente a las 2000 millones de toneladas en 2016, impulsada por la rápida urbanización y el aumento de la población. Un 37% de esos residuos globales acaban en vertederos que, en muchos casos, se están convirtiendo en insostenibles por sus altos niveles de metano y dióxido de carbono.

 

Modelo a seguir

En ABB han querido adelantarse al problema, haciendo de su centro de Frosinone un modelo a seguir al conseguir que ningún residuo de la producción llegue a los vertederos.

Implicando a todos los departamentos en este proceso, el centro, inaugurado en 1969 y considerado de excelencia para el desarrollo y la fabricación de interruptores de baja tensión, se ha convertido en buque insignia de la compañía en cuanto a modelo de transformación digital y estrategias de industria 4.0. Promueve operaciones inteligentes, digitalizadas y conectadas, aumentando la eficiencia en toda la cadena de valor.

La ambición de ABB va más allá e implica en sus programas de reducción de residuos y de reciclaje a sus centros productivos de todo el mundo, aprovechando la reducción del 27% de los residuos totales conseguida en el periodo 2013- 2020. Theodor Swedjemark, director de comunicaciones y sostenibilidad de ABB, explica que “preservar los recursos es un pilar clave de la estrategia de sostenibilidad de ABB para 2030, con un objetivo explícito de verter cero residuos en vertederos. Matizando que lo harán “siempre que las condiciones locales lo permitan”, Swedjemark, revela que una producción que genera cero residuos, como la lograda por ABB en Frosinone, “sirve como evidencia del progreso rápido y tangible en esa estrategia y en más operaciones circulares, dejando atrás el insostenible modelo de producción de «tomar, hacer, desechar”.

Por su parte, Giampiero Frisio, presidente de la división de Energía Inteligente, subraya que, “con la actitud correcta y el compromiso de todos dentro de la empresa, es posible conseguir que no llegue ningún residuo a los vertederos”. Destacando el importante papel que desempeña la formación del personal. Educar, capacitar y desarrollar la actitud y la cultura adecuadas para la iniciativa de arrojar cero residuos en vertederos han sido cuestiones prioritarias en el recorrido y hoja de ruta establecida, que ha tenido muy presente la legislación medioambiental vigente y la importancia de la separación de los residuos.

De hecho, la clasificación e identificación de los residuos se realiza en el lugar donde se originan. Con un soporte de unos 150 contenedores diferentes de residuos de producción etiquetados y contenedores de residuos de papel[1]cartón y plástico separados en cada puesto de trabajo, la realidad es que se codifica la misma cantidad de residuos que antes, pero ahora con mayores grados de separación. El resultado es que se consigue un mayor porcentaje de recuperación de los residuos.