AECIM potencia el proyecto ‘El día después’ para la reactivación y modernización de la economía
La Asociación de Empresas del Comercio e Industria del Metal de Madrid (AECIM) presenta la iniciativa ‘El día después’, consistente en un documento que recoge diferentes propuestas encaminadas a garantizar la reactivación económica y apostar por la modernización del sector tras el impacto del Covid-19.
Vertebrado sobre cinco grandes ejes de actuación, el plan contempla medidas tanto de carácter general, como de ámbito sanitario y las encaminadas a recuperar la competitividad, además de las actuaciones específicas en el ámbito laboral y otras encaminadas al ámbito económico y financiero. El mensaje que quiere transmitir es “la salvaguarda de las libertades individuales y de empresa, evitando limitar la capacidad de cada compañía de buscar la viabilidad de la misma y el mantenimiento del empleo”.
La Asociación también pone el foco en el diálogo social, con el objetivo de sumar esfuerzos y complementar mediante estos los posibles pactos políticos.
Sobre equipos de protección
Desde AECIM se insta a “normalizar el acceso a los equipos de protección individual y los test de diagnóstico necesarios para garantizar la vuelta al trabajo en todas las actividades empresariales y la vuelta al consumo por los ciudadanos”. Adelantando que la utilización de este equipamiento se alargará más allá del levantamiento del estado de alarma, aconseja el uso de productos homologados y seguros, potenciando el asesoramiento a las pymes para el desarrollo de protocolos internos en relación a medidas preventivas y organizativas.
La Asociación también lanza un llamamiento para establecer un plan de inversiones a través del CDTI u otra institución que incida en una mejora de la competitividad. La idea es que las iniciativas de I+D+i llegue a todos los sectores, conjuntamente con un plan de formación y mayor implantación de la digitalización, así como una mayor potenciación del teletrabajo.
Negociación colectiva y ERTES
En la esfera laboral, la Asociación incide en la negociación colectiva como “la base del desarrollo equilibrado de la economía”. Un buen ejemplo de ese diálogo y entendimiento es el acuerdo de la ampliación de los ERTEs, una demanda de los empresarios de la que se ha hecho eco el Gobierno y sindicatos.
En cuanto a políticas de empleo, este proyecto destaca la necesidad de prestar atención especial a las necesidades de la generación nacida en los años 80 que ha visto limitada su carrera profesional por dos crisis históricas.
Por último, el ámbito económico financiero se desglosa en cuatro grandes principios: liquidez; con la potenciación de préstamos participativos, compensaciones por cierre obligatorio de actividad, complementos a los avales del Estado y un cumplimiento exhaustivo de la Ley de morosidad que impida romper la cadena de pagos a proveedores.
