Alerta ante el riesgo de no realizar trabajos de mantenimiento y mejora en instalaciones eléctricas por temor al contagio

Alerta ante el riesgo de no realizar trabajos de mantenimiento y mejora en instalaciones eléctricas por temor al contagio

Ante la proliferación de quejas y denuncias procedentes de propietarios y comunidades de vecinos para que se paralicen los trabajos de los instaladores eléctricos por miedo a la transmisión del Covid-19, la Asociación Profesional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y de Telecomunicaciones de Madrid, APIEM, alerta del peligro que entraña esa posible paralización, ya que, de no ejecutar determinadas actuaciones de mantenimiento de instalaciones de origen eléctrico y en las telecomunicaciones, el riesgo de peligro para la seguridad de los bienes y personas es mucho mayor.

APIEM quiere poner el acento en que sus empresas asociadas, además de responsables y comprometidas, utilizan todas las medidas recomendadas para garantizar la máxima protección y seguridad no sólo de sus trabajadores sino también de sus clientes. Es más, la Asociación subraya que los trabajos llevados a cabo en domicilios particulares, a requerimiento de sus titulares, se realizan con la mediación de una ‘declaración jurada de la no existencia en el domicilio de personas incluidas en el grupo de vulnerables por el Covid-19’.

En un escenario marcado por las medidas derivadas de un estado de alarma nunca antes vivido, desde APIEM recuerdan que los instaladores pueden acceder a las comunidades de propietarios en los siguientes supuestos: Averías; Urgencias, aunque haya personas ajenas; Instalaciones de mantenimiento e inspecciones en materia de seguridad industria, cuyo retraso o no ejecución pueda suponer un peligro para la propia instalación y para el inmueble en el que se encuentre, así como para la seguridad de usuarios y terceros.

Trabajos que aportan seguridad

El presidente de APIEM, Ángel Bonet, aclara que a la hora de atender estos supuestos y “evitar malentendidos”, se recomienda que exista un acuerdo tácito entre los instaladores responsables de las obras y los administradores o presidentes de comunidades para determinar el acceso, aconsejando además que se “informe a todos los vecinos de los trabajos que se van a realizar en las zonas comunes, a efectos de indicarles que son necesarios e inaplazables”, y dejando muy claro “que se realizan con el objetivo de mantener la seguridad de las personas y del edificio”. La no ejecución de estos trabajos, asegura Bonet, “pondría en grave riesgo la integridad de los propios vecinos y del inmueble que habitan, así como un manifiesto perjuicio para la instalación”.

Además, ante esta situación y de la advertencia lanzada por los bomberos de la CAM ante el riesgo de que se incrementen los incendios en las viviendas debido, en parte, por un mal uso de las instalaciones eléctricas, APIEM echa mano de la normativa y recuerda que el artículo 20 del REBT es contundente en su contenido que, textualmente, dice: “Los titulares de las instalaciones deberán mantener en buen estado de funcionamiento sus instalaciones, utilizándolas de acuerdo con sus características y absteniéndose de intervenir en las mismas para modificarlas. Si son necesarias modificaciones, estas deberán ser efectuadas por una empresa instaladora”.