Crecen las instalaciones fotovoltaicas residenciales: ¿qué rentabilidad ofrecen?

Crecen las instalaciones fotovoltaicas residenciales: ¿qué rentabilidad ofrecen?

Las instalaciones fotovoltaicas residenciales pueden reducir hasta un 50% la factura energética de los usuarios, según recoge un informe elaborado por la compañía de software de control energético Linkener.

Además, evidencia que los consumidores adoptan un papel cada vez más activo en la generación de la energía y demandan mayores consumos de energía en los hogares que provienen de baterías recargables, aparatos de cocina eléctricos o dispositivos de movilidad eléctricos. Pero, además, alerta que, debido a la compensación simplificada, el consumo en horas solares «no es un factor limitante para la optimización de instalaciones fotovoltaicas residenciales»,  ya que se puede compensar el término de energía consumida.

En cuanto a la amortización de las instalaciones, que oscila entre los 8 y 9 años, el trabajo incorpora que el plazo podría disminuir puede si los hábitos de consumo se concentraran en las horas solares, “obteniendo un mayor ahorro en los hogares”, subraya el informe.

 Jorge Lorente, ingeniero industrial especializado en energía fotovoltaica de Linkener, recurre a un ejemplo muy concreto para explicar el ahorro que aportan estas instalaciones. Explica que “si dos clientes tienen los mismos consumos pero el primero paga un 25% más en energía que el segundo, la energía fotovoltaica le resultará más rentable. Aunque eso no impide que el segundo consumidor tenga un coste energético más optimizado”.  A su juicio, “los periodos de amortización se rebajan drásticamente con las deducciones fiscales, los bajos costes en mantenimiento para esa tipología de instalaciones y las compensaciones de energía no autoconsumida”.

 

Crecimientos por encima del 250%

Linkener que, en este primer trimestre del año ha visto un incremento exponencial de las instalaciones fotovoltaicas residenciales en hasta un 700%, prevé crecimientos por encima del 250%, tanto en instalaciones fotovoltaicas residenciales, industriales y aisladas para finales de 2021.

Se trata de una tendencia positiva que, gracias a las legislaciones favorables, demuestra el papel tan relevante asumido por la compensación simplificada que permite aprovechar la energía no autoconsumida a precio medio de mercado diario para llegar a un balance económico nulo en el término de la energía.

Se suma a todo ello el hecho de que algunas de las comunidades autónomas han legislado a favor de Decretos Ley que favorecen la tramitación de instalaciones de autoconsumo vía declaración responsable en lugar de por licencia de obra. Un cambio que implica reducir considerablemente los tiempos de tramitación y ejecución de las instalaciones. Esa mayor agilidad en los tiempos rompe una barrera, que “generaba incertidumbre en los clientes, lo que provocaba que desistieran”, comenta el ingeniero de Linkener.

Además, las instalaciones fotovoltaicas están recibiendo ayudas e incentivos para promocionar su desarrollo, lo que convierte al autoconsumo residencial en una tecnología más atractiva.

Junto a estos factores, Lorente pone el foco en que la propia población ha experimentado un cambio de mentalidad en relación a las tecnologías más eficientes, ahorradoras y limpias. “Cada vez más los consumidores tienen un rol más activo en el sector energético y son capaces de disminuir su factura eléctrica mediante cambios en los hábitos de consumo, utilización de electrodomésticos más eficientes o incluso siendo generadores de energía. La transición energética involucra a todos los ciudadanos y cada vez se percibe más esa responsabilidad”, concluye.