El Miteco refuerza las competencias en biodiversidad y transición justa

El Miteco refuerza las competencias en biodiversidad y transición justa

En el último Consejo de Ministros del pasado 28 de abril se aprobó el Real Decreto que completa la composición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y que refuerza las competencias en biodiversidad y transición justa a través de un a subdirección general, donde se definen las competencias de cada uno de sus órganos. Bajo este nuevo organigrama se ha creado el Instituto de Transición Justa y se asumen nuevas funciones en materia de política forestal y control de comercio de especies amenazadas.

Esta nueva estructura se cimienta sobre las bases del actual Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras (IRMC), asumiendo la reactivación de comarcas mineras tras los procesos de transformación y cierre de centrales térmicas de carbón y nucleares. Su actividad estará centrada en identificar y optimizar las oportunidades de actividad industrial y económica, especialmente vinculadas a la transición ecológica, para garantizar el desarrollo y empleo en las zonas afectadas.

El Instituto también promoverá la coordinación de políticas industriales, de educación, formación profesional o empleo, encaminadas a crear sinergias que ayuden a los territorios afectados por los cierres de centrales térmicas en los procesos de reactivación.

Una descarbonización planificada

Además de crear el Instituto de Transición Justa, la Secretaría de Estado de Energía incorpora la Subdirección General de Prospectiva, Estrategia y Normativa en Materia de Energía, centrada en potenciar las capacidades de análisis y de evaluación de los sectores energéticos a corto, medio y largo plazo para acompasar la descarbonización de la economía en cumplimiento con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 y la Estrategia a Largo Plazo, que marca la senda hacia la neutralidad climática en 2050.

Sus competencias abarcan, entre otras funciones, el desarrollo de la planificación y estrategia energética en el marco del compromiso con la neutralidad climática a largo plazo; la realización de proyecciones de demanda de productos energéticos, el análisis de series de consumo y precios energéticos por sectores y productos, el seguimiento de los indicadores coyunturales y sectoriales energéticos y la realización de análisis de estudios y estadísticas energéticas o la coordinación y seguimiento de la adaptación a la normativa de la Unión Europea, además del seguimiento, notificación y verificación de los compromisos internacionales suscritos por España en relación con los Planes Nacionales Integrados de Energía y Clima y la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo.

Asimismo, la Dirección General de Política Energética y Minas mantiene su estructura, aunque la Subdirección General de Hidrocarburos pasa a denominarse Subdirección General de Hidrocarburos y Nuevos Combustibles y otorga un mayor peso en su acción a nuevos carburantes, entre ellos el hidrógeno renovable, recuperando también la función de certificación de biocombustibles, que estaba cedida temporalmente a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Impulso a la economía circular

Con la Secretaría de Estado de Medio Ambiente se refuerza el compromiso con las políticas medioambientales enfocadas a la biodiversidad. Así, y partiendo de la anterior Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental, se crean dos nuevas direcciones generales, la de Biodiversidad, Bosques y Desertificación y la de Calidad y Evaluación Ambiental, que siguen dependiendo de esta Secretaría de Estado la Dirección General del Agua, la Dirección General de la Costa y el Mar y la Oficina Española de Cambio Climático.

Es precisamente en esta última Dirección General donde se integran estas tres subdirecciones: Economía Circular, anteriormente de Residuos, que cambia su nombre para dar impulso al paso de un modelo lineal a otro circular; Aire Limpio y Sostenibilidad Industrial, con el objetivo de reducir la contaminación atmosférica y lograr un medio saludable para los ciudadanos; y la subdirección de Evaluación Ambiental.

Asimismo, con la nueva estructura se consolida la apuesta del Gobierno por la creación de un área administrativa centrada en la coordinación de las actuaciones públicas y al diseño de políticas específicas para afrontar el reto demográfico y luchar contra la despoblación que afecta seriamente a determinadas áreas geográficas del país.