El sector hotelero solicita bajadas de potencia eléctrica ante el cierre de los establecimientos

El sector hotelero solicita bajadas de potencia eléctrica ante el cierre de los establecimientos

El goteo continuo de cierres de establecimientos hoteleros provocados por las medidas restrictivas adoptadas para contener la pandemia han motivado que el sector, a través de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), soliciten al Gobierno que reactive las medidas que destinó a pymes, y que permanecieron vigentes hasta septiembre, referentes a la bajada de potencia eléctrica y de caudal de gas sin penalización.

Recordar que en marzo pasado, y con motivo del primer estado de alarma, el Miteco adoptó una serie de disposiciones con medidas relacionadas con las pymes y el abono de servicios básicos, como la electricidad y el gas durante el estado de alarma y los tres meses posteriores. En ellas se contemplaba la suspensión de pago de las facturas tanto de gas como de electricidad a pequeñas y medianas empresas y las modificaciones sin penalización de potencias en electricidad y de caudal en gas.

Se trataba de medidas destinadas a aliviar la situación del sector del alojamiento que, con la llegada de la pandemia, se vieron abocados al cierre y a una solicitud del cambio de potencia energética que, en el caso de la electricidad, contempla una normativa general de tan sólo un cambio al año. Así, con la llegada de la desescalada y la reapertura de algunos establecimientos hoteleros, los establecimientos que abrieron pudieron solicitar de nuevo un cambio de potencia gracias a las medidas contempladas por el Ejecutivo. Pero estas disposiciones dejaron de estar en vigor en septiembre de este año.

Medidas flexibles para el sector

Ahora, con la declaración del nuevo estado de alarma, muchos establecimientos se encuentran en una situación similar a la de hace unos meses, viviendo un nuevo cierre, pero con una normativa que no permite solicitar un nuevo cambio de potencia energética. Esa situación ha propiciado que tanto CEHAT e ITH tomaran cartas en el asunto y decidieran solicitar que se mantengan o prorroguen las dos medidas especiales aprobadas durante el anterior estado de alarma, o que se consideren otras similares. En definitiva, que el marco legislativo aporte medidas concretas para que cada establecimiento pueda implementar soluciones particulares de forma flexible. Esto permitiría proteger la viabilidad de las empresas y la competitividad del sector también desde el punto de vista energético.

Jorge Marichal, presidente de CEHAT, ve lógico la adopción de “medidas flexibles” ante un escenario tan cambiante que provoca que “la situación se complique por momentos para el sector alojativo español”, confirma. Con el referente de que “no se vislumbran soluciones a corto plazo y muchos alojamientos siguen cerrados o están a punto de cerrar sus puertas ante la falta de clientes”, Marichal asegura que “necesitamos soluciones concretas que permitan la supervivencia del sector hasta que se garantice la reactivación de la actividad turística y la consiguiente reapertura de los establecimientos hoteleros”.

Se trata de medidas fundamentales para paliar el fuerte impacto económico que está originando la pandemia en el sector, que se estima en unos 50.000 euros por hotel al mes de los que el sobrecoste energético supone entre 2.000 y 3.000 euros mensuales por alojamiento.

Álvaro Carrillo de Albornoz, director general del ITH, también profundiza en la idea de que este tipo de medidas resultan “esenciales” para las pymes, ya que permiten “poder adaptar las necesidades de los establecimientos alojativos a las nuevas medidas tomadas desde el Gobierno para combatir la pandemia” y recuerda que ITH cuenta con socios que ofrecen “servicios y soluciones personalizadas para la optimización del consumo y gasto energético”.