Electroeficiencia salda con éxito su primer encuentro sectorial online

Electroeficiencia salda con éxito su primer encuentro sectorial online

Trabajo, colaboración y diálogo fue la fórmula sugerida por Luis Collado, presidente de AECIM, para afrontar el nuevo escenario que le aguarda al sector del material eléctrico a corto y medio plazo tras el frenazo experimentado por la economía. Recetas similares basadas en la unidad y la cooperación de los actores implicados esgrimieron el resto de participantes del I Encuentro del Sector de Material Eléctrico que organizó nuestra publicación, Electroeficiencia, centrada en definir el escenario que ha dejado la crisis del Covid-19 y dar con las claves y respuestas que vertebran su futura recuperación y fortaleza de este sector considerado tan esencial como necesario.

La mesa de análisis y debate de este encuentro, que fue seguido en riguroso directo por cerca de 200 espectadores este pasado martes 12 de mayo, estuvo integrada por los máximos representantes de los segmentos que conforman la cadena de valor del sector del material eléctrico. Así, se contó con la participación del presidente de AFME, Francesc Acín; el presidente de ADIME, Eduard Sarto; el presidente de FENIE, Miguel Ángel Gómez, y el ya mencionado presidente de AECIM, Luis Collado. La mesa estuvo moderada y conducida por Francisco Florido, especialista en marketing y comunicación y colaborador habitual de Fevymar, empresa editora de Electroeficiencia.

En su primera intervención, Francesc Acín, presidente de AFME, trazó una radiografía muy precisa de cómo la crisis sanitaria del Covid-19 no ha dejado indiferente a nadie, incluido este sector que ha visto como la enfermedad ha afectado tanto a las personas como a las instalaciones, que han tenido que adaptarse a las medidas preventivas y de seguridad exigidas ante la pandemia.

Desde el punto de vista de la actividad, el colectivo de fabricantes se ha encontrado con el añadido de enfrentarse a la confusión con que se mueve este Gobierno y a su “falta de clarificación” a la hora de catalogar al sector como esencial, lo que provocó, según recordó Acín, un paréntesis y disruptura en la actividad de parte de los fabricantes debido, precisamente, a esas señales tan contradictorias. Tras ese lapsus, la situación se solventó y los fabricantes pudieron retomar sus trabajos dentro de la anormalidad provocada por un estado de alarma que ha impactado de forma contundente sobre el tejido empresarial, originando problemas de ventas, producción o cobros.

Caídas del 23,69 en las ventas del cuatrimestre

Los datos que maneja AFME tras la celebración esa misma mañana de su última Junta, revelan unas caídas en las ventas del 23, 69% para el periodo comprendido entre enero y abril de este año. Si se compara este mes de marzo con el de 2019, la caída es del 18%, pero el porcentaje se duplica y llega incluso hasta el 37% de caída en la comparativa de los meses de abril de 2020 y 2019.

En esa situación de crisis total hay un destello de esperanza en las perspectivas contempladas para mayo, pero la situación es muy incierta y cambiante, por lo que resulta difícil establecer previsiones. Aún así, en AFME estiman que el año se cerrará con un 20% en negativo. “Cifras nunca antes registradas en tan poco margen de tiempo”, apuntó Acín.

Otros datos relevantes que puso sobre la mesa es que del orden del 40% de empresas se han acogido a los ERTEs y que el 50% de los asociados empiezan a detectar signos evidentes de morosidad, un porcentaje que no se percibía en años anteriores.

En medio de estas señales tan negativas, la exportación, al igual que ya hiciera en la crisis del 2008, se está convirtiendo en válvula de salvación para muchas empresas, ya que hay mercados que se están recuperando y contrarrestan las pérdidas del doméstico, como es el caso de algunos de Centro Europa, buena parte de los asiáticos e incluso EE UU.

Respuesta ágil de la distribución

Eduard Sarto, presidente de ADIME, reconoció que aunque la respuesta y reacción de la distribución para hacer frente a los efectos de la crisis fue ágil y rápida, optimizando recursos, reduciendo horarios o recurriendo al teletrabajo, que actualmente sigue establecido en un 40% del global, la situación actual no difiere mucha de los datos que manejan los fabricantes, con caídas acumuladas en este primer cuatrimestre del año del 18%. Sin embargo, solo en abril, el porcentaje ha caído hasta un 45% en relación a 2019, un dato que Sarto calificó de “alarmante” y que prevé continúe en negativo a lo largo del segundo semestre, aunque no con cifras tan contundentes.

Con unos mercados exteriores también muy tocados y un entorno económico que prevé caídas del 2,8% del PIB, Sarto vislumbró un futuro incierto, que provocará “dificultades para normalizar nuestra actividad a lo largo del año”.

Por su parte, Miguel Ángel Gómez, presidente de FENIE, destacó que las semanas vividas durante el estado de alerta fueron de gran confusión para este colectivo de empresas instaladoras, que se caracteriza por un perfil variado y un espectro amplio de empresas, más de 30.000 asociadas con campos de actuación muy diversos. Existe un alto porcentaje de esas compañías -en una horquilla que va del 75 al 80% aproximadamente- que presentan estructuras muy reducidas, pymes y autónomos en su mayoría, y que se encontraron muy perdidas ante las continuas contradicciones del Ejecutivo sobre qué trabajos se podían o no realizar, o cómo acometerlos.

De caótica calificó Gómez esa situación vivida, agravada por una caída importante en la actividad que, a juicio del presidente de FENIE, será más patente en los próximos meses, ya que hasta ahora se ha mantenido gracias a los contratos de pequeñas obras cerrados con anterioridad al estallido de la crisis. “Estamos ante una situación nueva, muy difícil de cuantificar”, confirmó el presidente de FENIE, quien vaticinó “un fin y unas consecuencias imprevisibles”.

Luis Collado, presidente de AECIM, que apoyó plenamente las intervenciones anteriores, puso el foco en el papel desempeñado por las Asociaciones en todo este proceso, arrojando algo de luz sobre las medidas administrativas adoptadas y convirtiéndose en verdaderos portavoces de un tejido empresarial muy afectado al que la Administración no puede abandonar. “No nos pueden dejar solos”, exigió Collado, al tiempo que reivindicó “los compromisos que debe cumplir la Administración “ a la hora de apoyar e impulsar un tejido necesario e imprescindible.

También recordó Collado que si se cumpliera con la Ley de pagos existente, habría unos 120.000 millones de euros fluyendo en los mercados, que inyectarían mayor liquidez en las empresas y permitirían recuperar ese músculo económico que necesitan para establecer sus estrategias de cara a afrontar el futuro tan incierto que se avecina.

Pueden acceder a este encuentro en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=ranV5UiXNfE&feature=youtu.be