FACEL detecta caídas del 23,1% en el primer semestre del año
Con un escenario muy complicado y cambiante, que ha dejado una caída del 23,1% en la facturación del primer semestre de este año, la Asociación Española de Fabricantes de Cables y Conductores Eléctricos y de Fibra Óptica, FACEL, celebró el pasado 17 de septiembre su Asamblea General en modo telemático, para analizar la trayectoria del sector durante el ejercicio pasado y las perspectivas que se contemplan para el actual.
En esta reunión se constató que 2019 mantuvo un comportamiento caracterizado por la “ralentización del crecimiento de la economía española”, iniciado a primeros de año y agudizado en la parte final del ejercicio, que finalmente se saldó con un crecimiento medio del 8%, algo por debajo del acumulado por la economía española en los últimos cuatro años, con porcentajes del 11,2%.
Comportamiento moderado
Entre las variables que han influido en ese comportamiento moderado de 2019 destacaron la disminución del sector turístico español y el contexto de empeoramiento generalizado de los indicadores macroeconómicos, incluyendo en este capítulo la baja inversión pública, condicionada por unos presupuestos que no terminan de fraguarse. La nota positiva la puso la construcción residencial, que se mantuvo con tasas de crecimiento en torno al 8%.
La desaceleración se dejó notar también en el contexto internacional, en especial de los países de la UE, condicionando las exportaciones españolas. De hecho, esta área de negocio cerró 2019 con un incremento del 1,4% (3,2% 2018), revelando que sigue siendo un campo determinante para la economía española en general y para el sector cables en particular, donde las ventas destinadas a mercados exteriores permanecieron estables respecto al año anterior.
Con todo, y de acuerdo a las estadísticas elaboradas por la propia Asociación, el volumen de negocio de los asociados a FACEL estuvo en torno a ese comentado 8% de crecimiento -casi 2 puntos por debajo de 2018, cuando se registró un 9,7%-. La segmentación sitúa la facturación de cables industriales con un aumento del 12,2% en 2019 (11,5% en 2018), lo que supone 7,2% en toneladas (+3,6% en 2018), mientras que las ventas de cables de telecomunicaciones y datos crecieron un 8,5% respecto al 2018 (12,3% en 2017).
En la Asamblea de FACEL se reconoció que si bien las perspectivas para el 2020 no eran excesivamente optimistas, -manteniéndose en línea con los resultados de años anteriores- la situación se ha visto truncada de golpe “por la virulenta irrupción de la pandemia, cuyos efectos devastadores se dejan notar en nuestra sociedad y en nuestro sector, aunque el verdadero alcance, seguramente, aún hoy no somos capaces de prever”.
Dificultad para establecer previsiones
Desde la Junta Directiva de FACEL reconocieron la dificultad actual que entraña “establecer previsiones a corto y medio plazo”, ya que la situación es tremendamente cambiante. Lo que sí deja el año es una caída tremendamente dura de actividad y facturación durante la primera mitad del ejercicio, con unos porcentajes a nivel sectorial que arrojan reducciones del 23,1% respecto al mismo periodo del año 2019, mientras las exportaciones se contrajeron un 15,2%.
Sin capacidad para establecer una previsión sobre lo que queda de año, si adelantaron que el impacto de la pandemia en el próximo semestre será especialmente acentuado en los siguientes subsectores:
- Construcción no residencial, donde las inversiones del sector turístico y de restauración se han congelado y se verán reducidas durante los próximos meses.
- Construcción residencial, donde ya se percibía cierta desaceleración durante la segunda parte del 2019 y primer trimestre del 2020 (con una reducción del número de visados para vivienda nueva).
- La inversión pública, si bien se confía en su reactivación para 2021.
- El sector exterior que también está sufriendo las consecuencias del Covid19.
Como factores positivos que pueden ayudar a reactivar el sector, se citaron el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que, con el foco puesto en impulsar la transición energética española, se vertebra como uno de los pilares estratégicos para crear empleo e impulsar una más pronta recuperación de la economía.
Otro elemento positivo para este sector es el aumento de las compras de las principales compañías eléctricas, en parte debido al potencial riesgo de sufrir problemas de suministro de materiales y, en parte por la aceleración de sus planes de inversión previstos para los próximos años, ya sea en red o en inversiones en generación a través de fuentes renovables.
Correcta aplicación de la CPR
También se recordó que la Asociación ha continuado impulsando la implementación y la correcta aplicación del Reglamento Europeo que regula la reacción al fuego de los cables de uso industrial en el sector de la construcción (CPR), de obligatorio cumplimiento a partir de julio del 2007 para los cables de energía y desde este 2020 para los de telecomunicaciones y datos.
Muy a pesar de los esfuerzos realizados desde la Asociación, se comentó que actualmente se siguen comercializando productos en el mercado español que no cumplen todos los parámetros requeridos de acuerdo a su clasificación CPR, con especial incidencia en los cables para aplicaciones específicas de origen no nacional.
La Asociación reconoció como gran reto para 2020 el conseguir, en colaboración con los organismos y laboratorios notificados, la alineación de las diferentes instalaciones de ensayo existentes para asegurar unos resultados de ensayo en aplicación de la CPR más homogéneos, fiables y comparables.
