¿Hay propuestas imaginativas para reciclar lámparas en desuso? Ledvance tiene la respuesta

¿Hay propuestas imaginativas para reciclar lámparas en desuso? Ledvance tiene la respuesta

Ledvance, empresa comprometida con la sostenibilidad y el medio ambiente, comparte con la Asociación Eucolight el objetivo de convertir a Europa en una gran potencia mundial en el ámbito del reciclaje y reutilización de lámparas y aparatos eléctricos. Su contribución abarca desde la mayor concienciación de la población sobre la importancia de reciclar y apostar por materiales sostenibles, a la incorporación de soluciones que tienen encaje con esta estrategia. Así, Ledvance lanzó el año pasado lámparas LED marca Osram en envases 100% reciclables, renovó el embalaje de sus luminarias profesionales con un material ecológico y lanza varias ideas creativas para reciclar lámparas LED.

Reciclaje de bombillas

Bajo el principio de que todas las bombillas halógenas, de bajo consumo y LED pueden reciclarse y enviarse al punto limpio, y de que nunca se deben tirar al contenedor verde porque, aparte del vidrio, cuentan con otros componentes que deben separarse antes de tratarse, Ledvance echa mano de los contenedores que distintos SIGs, como en el caso de Ambilamp, sitúan en puntos estratégicos para que sean esos los destinarios de estos residuos, localizándose en los locales de distribución de material eléctrico, tiendas de iluminación, ferreterías o supermercados.

Pero además, la compañía lanza una serie de propuestas, de signo más creativo e imaginativo, para aprovechar las lámparas y dar un toque personal y único a nuestros hogares o puestos de trabajo. Los diseños propuestos requieren que se vacíen y limpien las viejas lámparas, de ahí que se aconseja proceder con cuidado para evitar la ruptura del cristal, además del uso de guantes y gafas de seguridad.

Lámparas de aceite caseras

Con esta primera propuesta, Ledvance nos hace retroceder en el tiempo a un mundo sin electricidad. Los elementos que se requieren para realizar a este diseño son: aceite, una mecha (cordón de zapatos) y una pequeña arandela de metal.

Con la base de una lámpara limpia, tan solo se necesita pegar la arandela en la base para mantener la lámpara en pie y, a continuación, verter el aceite hasta llenar dos tercios de su cavidad. La mecha se sumerge en el aceite, introduciendo el cordón en el cuello de la lámpara y la sujetamos con el tapón de una botella. Cuando la mecha esté completamente empapada en aceite -lo que puede llevar varias horas- se puede ya encender.

Jarrones colgantes y portavelas

El diseño de estos jarrones con bombillas para flores y plantas es muy sencillo. Con la vieja lámpara ya vaciada, se ata una cuerda alrededor del cuello y un lazo en el otro extremo para engancharla. Añadimos agua y las plantas o flores elegidas para, seguidamente, colgarla en el lugar escogido. En un espacio grande, se pueden utilizar varios jarrones.

Emplear botellas de vino como portavelas es un clásico en decoración, pero Ledvance propone otra alternativa: reutilizar lámparas viejas para sujetarlas. Se trata de pintarlas y personalizarlas gusto del consumidor y de añadirles peso y soporte para asegura que se mantienen en pie. El resultado salta a la vista: un portavela del ancho correcto para seguir iluminando cualquier estancia.

Porta caramelos y recipiente de sal y pimienta

Igual que aprovechamos las lámparas para crear portavelas, se pueden dar otros usos, como soporte de caramelos o crear especieros. En este último caso, la dificultad está en crear las tapas idóneas que permitan rociar la sal o la pimienta. Lo habitual es utilizar tapas de botellas de plástico viejas, logrando así dar una segunda vida a estas lámparas ya usadas y contribuyendo a seguir respaldando la sostenibilidad del planeta.