Joan Presas: “En el futuro, no habrá un punto de luz que no esté conectado»

Joan Presas: “En el futuro, no habrá un punto de luz que no esté conectado»

ANFALUM, en su objetivo de retomar una comunicación más directa con las empresas asociadas, arranca esta nueva fase con la entrevista a Joan Presas, Global Sales Director de Vossloh Schwabe Deutschland y director general de Ventas de la compañía en Ibérica.

Presas, que lleva la mayor parte de su vida laboral vinculado al sector de la iluminación, trasñlada esa exñperiencia y conocimientos a un sector que ha experimentado unos cambios muy potentes en los últimos años, entre ellos el más destacado la irrupción del LED. Un hecho que, para Presas, “modificó por completo toda la cadena de valor en nuestro sector. No olvidemos que nuestra principal función es la de emitir luz de una forma determinada y que, para ello, es clave la fuente de luz”.

 

Luz más ecológica y eficiente

Las anteriores fuentes de luz, halógenas, incandescentes y fluorescentes (ampollas de gas), “requerían de componentes convencionales para su funcionamiento”, prosigue Presas, “determinando los formatos y diseños de nuestras luminarias, y marcando las pautas a los diseñadores de iluminación en la ejecución de sus proyectos. Hoy esto ha cambiado por completo: hablamos de LED y de electrónica, lo que nos abre un abanico inmenso de posibilidades en cuanto a nuevos diseños de luminarias, formas de luz y calidades de luz”. Una luz que define de “más humana, más ecológica y eficiente, que ha roto con una gran parte de los estándares que desde hace muchos años dominaban la industria de la iluminación y sus procesos, y que nos ha obligado a reinventarnos íntegramente”.

Hay otros cambios asociados a la irrupción de la electrónica, como la conectividad y la comunicación, lo que lleva a pesar que, en el futuro, “no habrá un punto de luz que no esté conectado digitalmente”. Argumenta que la electrónica “permite de forma integrada la conexión con el punto de luz para su control, pero también para su monitorización. Así, ya no solo se trata de emitir luz en una forma determinada (fotometría), sino también de forma eficiente y que además resulte saludable y respetuosa con el medio ambiente”.

Agrega dos ingredientes más a ese cóctel de cambios y retos a los que enfrentarse en los próximos años: el ser humano, que es el que va a ser iluminado de forma artificial, y el medio ambiente, que nos proporciona los recursos.

Presas, que está implicado en el grupo de trabajo de ANFALUM relacionado con la digitalización y la conectividad, explica que entre los objetivos de este grupo figura “el poder alinear estos conceptos de forma clara y evidente para que la industria española de la iluminación pueda dar el salto necesario y adaptarse a la nueva era de la digitalización. Hoy en día no podemos concebir un punto de luz sin conectividad o sin inteligencia, por lo que la industria, los servicios y las cadenas de suministro deben estar perfectamente adaptadas a esta necesidad que se ha generado en el propio mercado.

 

Compartiendo experiencias

Para él, “ANFALUM es la plataforma perfecta para la industria de iluminación española, orientada a servir como punto de apoyo para el desarrollo de sus estrategias. Además, como miembros de Lighting Europe, compartimos estas experiencias también a nivel europeo, reforzando y alineando todos aquellos conceptos relativos a la nueva era de la conectividad y la digitalización, asegurándonos de esta forma un avance consensuado y seguro”.

Remarca también que los grupos de trabajo “son la base que nos permite intervenir en todo el marco normativo relativo a nuestro sector, teniendo en cuenta que la tecnología avanza muy rápido y a veces el marco normativo no lo hace al mismo ritmo. Así, otra de nuestras funciones es la de observar y detectar estos avances tecnológicos, para poder alinear la normativa con nuestros socios europeos. Esto hace posible que podamos seguir desarrollando productos y sistemas que sean seguros para nuestros usuarios”.

En cuanto a los beneficios que aporta la iluminación inteligente y conectada, explica que “ya son muchos años los que llevamos utilizando la palabra Smart como el comodín que integra varios conceptos, a veces dispersos, que nos llevan a pensar inmediatamente en eficiencia. Hoy en día ya no utilizamos tanto este término, sino más bien conceptos como Slow o Integración”.

La realidad es que se “intenta integrar todas las tecnologías disponibles a nuestro alcance, como la sensorización, para conseguir desarrollar sistemas y productos energéticamente eficientes, pero también buscando los beneficios que nos puede aportar la iluminación cuando se aplica de una forma determinada. Los sensores juegan, y jugarán aún más en el futuro, un papel fundamental en nuestra industria, ya que sólo conociendo lo que ocurre a nuestro alrededor, en conjunto con la gestión adecuada de esa información (learning machine), es que podremos adaptar en cada momento la luz a nuestras necesidades específicas”.

Asegura que la tendencia consiste en “conseguir cada vez más el máximo confort con el mayor bienestar, de la forma más eficiente posible y respetando el medioambiente. La electrónica, ya plenamente integrada en nuestras luminarias, nos permite conseguir este gran reto de una forma segura”, en consecuencia, las claves para alcanzar un producto de éxito pasan por, además de conectividad: diseño, eficiencia, seguridad, sostenibilidad y que cumpla con la función para la cual ha sido concebida.