La española Secom ilumina la primera rotonda submarina de las Islas Feroe

La española Secom ilumina la primera rotonda submarina de las Islas Feroe

Perteneciente a Dinamarca, el archipiélago de islas que conforman las Feroe presenta una orografía montañosa e irregular, que precisa de un sistema muy particular de circulación por ferrys y vehículos para conectar todas esas islas habitadas entre sí, a través rutas marítimas, pero también de pasos elevados, puentes o túneles de carretera.

Actualmente, existe una veintena de túneles, entre ellos el submarino de Eysturoy, que ofrece tres conductos de más de 11km de longitud que une la capital de las Islas Feroe, Tórshavn, con las ciudades de Strendur y Saltnes, convirtiéndose en uno de los mayores y singulares proyectos de obras públicas de la historia de estos territorios.

En el interior de esta vía cabe destaca la construcción de la primera glorieta submarina del mundo, donde se juntan los tres ramales que corresponden a las ciudades citadas y que contará con las propuestas de la española Secom Iluminación para conseguir un óptimo alumbrado.

Desarrollo de la solución completa

En 2018, el departamento técnico de la compañía aceptó el reto de desarrollar, en colaboración con la empresa Tectal, una solución completa para iluminar la totalidad del túnel Eysturoy y la rotonda que alberga, abarcando tanto el estudio luminotécnico como la fabricación de las luminarias precisas y su respectiva homologación.

Partiendo de las singularidades de la rotonda subterránea no cuenta con referentes, al tratarse de un proyecto único en el mundo, el primer paso fue establecer unas bases y criterios de diseño propio, una particularidad que permite a Secom adaptar sus sistemas a las necesidades particulares de cada sector comprendido en este proyecto. Adicionalmente, se realizó un estudio metódico y exhaustivo de cada punto crítico, para asumir todos los inconvenientes de una eficaz iluminación de rotondas y de túneles subterráneos.

Con unos criterios de calidad muy bien definidos, el proyecto requería que las luminarias seleccionadas cumplieran con una serie de requisitos técnicos relacionados tanto con la normativa (con todos los ensayos y certificados acreditados) como con la selección de materiales (con un tratamiento específico para evita la corrosión con el paso del tiempo y componentes electrónicos de garantía y fiabilidad), la luminosidad de las fuentes de luz y adaptación de las soluciones a la geometría del propio túnel.

Tecnología RGBW

La opción elegida para obtener esa solución eficiente fue la luminaria Esdium Tunnel, que destaca por su calidad y, además, por permitir implementar la tecnología RGBW. Tras esa selección, el siguiente paso fue realizar el estudio lumínico, distinguiendo dos sectores: tramos rectos y glorieta que, por su singularidad, requirió que las luminarias se instalaran sobre una estructura metálica ubicada en la parte central de la vía, teniendo en cuenta el grado de reflexión de las paredes y la gran columna maciza central.

En ambos casos, la selección de la luminaria requería que se permitiera maximizar la eficiencia energética, instalando la menor cantidad posible sin incumplir los requisitos lumínicos establecidos. Se trataba de conseguir que unos proyectores, que poseen de manera estandarizada una óptica de 80º de apertura, pasaran a incrementar esa apertura a los 120º para poder conseguir una iluminación de tipo bañadora en lugar de una luz centrada y focalizada en el suelo.

Mayor apertura del haz de luz

La decisión, por tanto, requería implementar un difusor opal específico que permitiera aumentar la apertura del haz de luz y, al mismo tiempo, consiguiera aumentar la uniformidad lumínica, disminuyendo el deslumbramiento que pudieran sufrir los conductores.

La solución también tendría que solventar el problema añadido de instalar las propias luminarias, ya que se trataba de albergar en su interior una gran cantidad de componentes electrónicos y cableado sin que se pudieran observar desde el exterior por motivos estéticos. En este caso, se fabricó una lira especial con forma de caja que permitía sujetar el proyector, orientarlo y almacenar en su interior de manera estanca toda la electrónica pertinente.

Además, teniendo en cuenta que iluminación debía ser RGBW, se optó por una luminaria con LEDs de colores, dispositivos de control y regulación de los mismos y todos aquellos dispositivos necesarios para poder realizar cambios de color o secuencias a determinar por la propiedad. Esta solución fue bastante innovadora ya que tanto la glorieta como los 11 km de túnel disponen de un tipo de iluminación ornamental que permite variar los colores de la iluminación, su intensidad lumínica y creación de secuencias, entre otras opciones.

Con todo, la solución aportada por Secom Iluminación consiguió solventar todas barreras que se presentaron, participando en uno de los proyectos más singulares del momento.