La fábrica de Dalmine de ABB apuesta por la innovación tecnológica y la digitalización para reducir las emisiones

La fábrica de Dalmine de ABB apuesta por la innovación tecnológica y la digitalización para reducir las emisiones

La digitalización y las tecnologías de eficiencia energética han permitido que el histórico emplazamiento de Dalmine, donde ABB fabrica interruptores de media tensión y aparamenta en 45.000 metros cuadrados, haya alcanzado el estatus de Mission To Zero, demostrando que una fábrica no tiene que ser de nueva construcción para ser sostenible.

 

El programa Mission to Zero pretende crear ejemplos de centros de fabricación de ABB con bajas emisiones que puedan ser reproducidos por socios y clientes de todo el mundo, tanto en instalaciones nuevas como en las ya existentes. El programa se basa en una serie de iniciativas para mejorar la sostenibilidad en todas las actividades del centro, desde la reducción de las emisiones de CO2 y la conservación de los recursos hasta el apoyo a los clientes para que alcancen sus propios objetivos de sostenibilidad.

 

Construida en 1979, la planta de Dalmine ya se abastece de un 100% de energía verde procedente de fuentes renovables certificadas por Enel Green Power, pero para alcanzar el estatus de Mission To Zero, los tres edificios de la fábrica han sido equipados con 4.000 m2 de paneles fotovoltaicos. Los paneles generan una potencia máxima de 900 kWp, lo que proporciona alrededor del 20% de las necesidades nergéticas de la fábrica y ayuda a equilibrar la demanda máxima del sistema de aire acondicionado durante los meses de verano. A través de más de 70 sensores instalados en todo el recinto, la plataforma ABB Ability Energy and Asset Manager supervisa el consumo de energía para identificar las ineficiencias y destacar las oportunidades de ahorro energético.

 

Basándose en los resultados del control energético, por ejemplo, se sustituyó la iluminación exterior por lámparas LED de alta eficiencia, lo que redujo el consumo de energía en 76.000 kWh al año, la energía necesaria para recargar la creciente flota de vehículos eléctricos del centro.

 

Centrándose en el enfoque de la economía circular, el equipo de sostenibilidad de productos del sitio analiza y certifica los productos proporcionando su Evaluación del Ciclo de Vida (ACV) y las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP). En la planta de Dalmine se presta gran atención a la conservación de los recursos mediante la reducción de los residuos, a través de iniciativas como la reutilización de cajas de plástico para el transporte de componentes entre las fábricas de ABB en Europa y el uso de plástico reciclado para el embalaje. Gracias a estas acciones, Dalmine ha reducido sus emisiones de CO2 en unas 2.200 toneladas en los últimos dos años, el equivalente a las emisiones generadas por un coche que diera 360 vueltas a la Tierra por el ecuador.

 

La planta de Dalmine también está comprometida desde hace tiempo con la promoción activa del progreso social, uno de los pilares de la estrategia de sostenibilidad de ABB. Un ejemplo de ello es la amplia red de colaboraciones con el sistema educativo local (institutos, escuelas técnicas y universidades), con el objetivo de acercar a los jóvenes al mundo laboral a través de proyectos educativos que apoyan la formación técnica y el desarrollo de habilidades especializadas. Junto a esto, desde hace años ABB Dalmine forma parte del proyecto Workplace Health Promotion (WHP) para la promoción de buenas prácticas para la salud de los empleados, incluyendo, por ejemplo, la lucha contra el tabaquismo (la planta es una “Fábrica Libre de Humo” desde 2016), así como una correcta alimentación y un estilo de vida saludable.