La tecnología inteligente de B.E.G. reduce el consumo de energía y las emisiones de GEI en el sector sanitario

La tecnología inteligente de B.E.G. reduce el consumo de energía y las emisiones de GEI en el sector sanitario

Los centros sanitarios consumen más del doble de energía que cualquiera de los cinco sectores que le siguen en consumo de energía (oficinas, comercio, educación y alojamiento), ya que las necesidades de los pacientes y personal médico deben satisfacerse las 24 horas del día.

 

“En B.E.G estamos observando cómo todos los actores del sector sanitario están redoblando sus esfuerzos en el campo de la eficiencia energética como única vía para conseguir que todos los nuevos edificios alcancen el objetivo de cero emisiones de GEI en 2030”, afirma Luis Claver, country manager de B.E.G. Hispania.

Entidades tanto públicas como privadas están ya instalando sistemas eficientes de control de iluminación. Con una gestión centralizada, las clínicas pueden supervisar sus instalaciones, controlando consumos, horarios y niveles de iluminación en función de la presencia de personas y la luz ambiental en habitaciones, despachos médicos, quirófanos y zonas de paso. Es el caso de hospitales de referencia como el Gregorio Marañón, el 12 de Octubre y la Clínica Quirón, en Madrid, o el Hospital de Manzanares y el de Valdepeñas, en la provincia de Ciudad Real.

 

La tecnología inteligente de B.E.G. reduce el consumo de energía y las emisiones de GEI de los hospitales, aligerando su factura eléctrica al tiempo que optimiza el confort y la seguridad de los usuarios. A esto se suman otras medidas de eficiencia energética aplicadas en los sistemas de climatización, tecnologías de generación de energía renovable, una mejor gestión de residuos o la promoción de prácticas sostenibles en la adquisición de productos médicos y suministros. Todas estas medidas pueden ayudar a reducir el impacto ambiental del sector sanitario y promover una atención médica más sostenible.

 

En muchos hospitales el consumo energético se reparte casi a partes iguales entre electricidad (alumbrado, fuerza, refrigeración) y gas natural o gasóleo (calefacción y agua caliente sanitaria). Se estima que el consumo de energía de un hospital tipo puede oscilar entre 500 y 1000 kilovatios-hora (kWh) por m2 al año. Además, a esto hay que sumar el transporte de pacientes y personal médico, así como la gestión de residuos médicos, que también impactan significativamente a las emisiones de GEI.

 

En el campo de la iluminación, juega un papel importante la implantación de la tecnología LED, pues permite ahorrar energía y recudir las emisiones de CO2, a la par que cuenta con bajos costes de mantenimiento y funcionamiento. Este tipo de iluminación no solo aporta ahorro energético a estos centros sanitarios, sino que ayuda a mejorar el bienestar del personal y los pacientes, creando una atmósfera agradable y reconfortante. La luz circadiana o biodinámica contribuye a reforzar el ritmo biológico día-noche, aportando bienestar y confort a pacientes y personal.