Las empresas instaladoras de Alta Tensión reivindican su papel activo en la inspección de instalaciones

Las empresas instaladoras de Alta Tensión reivindican su papel activo en la inspección de instalaciones

En el marco de EFIC@M y moderada por Daniel Alcalá, profesor del área de Ingeniería eléctrica de la UPM y profesor también del Centro de Formación de APIEM, el primer foro de debate sobre el Reglamento de Instalaciones Eléctricas de Alta Tensión, “Real Decreto 337/2014”, celebrado de manera online, ha reunido por primera vez a las empresas instaladoras de AT para compartir experiencias en torno a instalaciones nuevas y a las ya existentes objeto de modificación.

En el encuentro han participado representantes de AEMIAT (Asociación Española de Mantenimiento de Instalaciones de Alta Tensión), de las empresas MESAT y DANFAR y también de APIEM, que han reivindicado el papel protagonista de las empresas instaladoras en Alta Tensión como parte activa en la inspección de instalaciones.

Jorge Martín, gerente de ICE Grupo Marveco Instalaciones y presidente de AEMIAT, aseguró que “como instaladores y mantenedores, somos un agente activo y hacemos la inspección de las instalaciones de la misma manera que las OCAs». Por eso instó a la Administración a «que reconozcan nuestro papel, dándole el valor que realmente tiene», máxime cuando en las OCAs existe una alta rotación de técnicos y, en muchas ocasiones, son los propios mantenedores los que saben más del Reglamento, «por lo que sería muy interesante que la Administración cuente con nosotros como parte inspectora”, subrayó Martín.

En términos similares se pronunció Fernando Gallardo, vocal de la Junta Directiva de APIEM, quien diferenció entre revisión e inspección, asegurando que “en la labor que hacemos estriba el resultado final de si una instalación está bien ejecutada o no”.

Alberto Caballero, técnico y coordinador de MESAT, también apoyó esta teoría, argumentando que  “es muy importante que nos tengan en cuenta porque los mantenedores somos necesarios para detectar averías antes de que ocurran, y hay que revalorizar nuestro papel”. Por su parte, Rosa Calleja, directora técnica de Danfar, fue un paso más allá y reclamó de la Administración más ayudas para las instalaciones de Alta Tensión, al igual que las hay para otro tipo de instalaciones.

Todos ellos indicaron la necesidad de realizar revisiones anuales y no cada tres años, como indica el Reglamento. “Hacer inspecciones anuales redunda en una mayor seguridad de las instalaciones y de las personas”, apuntó Calleja, al tiempo que Gallardo se hizo eco de la importancia de revisar la medida de la toma de tierra anualmente.

Demora en la tramitación

Otra de las experiencias compartidas por los ponentes fue la demora que sufren en la tramitación de expedientes. “La Administración debe estar para ayudarte”, señaló Martín, “sin embargo, hay empresas que no pueden empezar a funcionar porque no están legalizadas y el instalador no puede cobrar el trabajo hasta que esa instalación arranque y esto es frustrante. Siempre hemos encontrado una actitud de escucha por parte de la DGIEM, pero no puede ser que haya esta lentitud”. Para Gallardo “también existe otro tapón: las compañías” y trajo a colación una experiencia reciente en Aragón, donde se ha constituido una asociación con representantes de la Administración regional, proyectistas, compañías, etc., para ayudar a las empresas instaladoras a realizar los trámites.

Los participantes en la jornada también coincidieron en que hay gran disparidad de criterios para interpretar el Reglamento por parte de las OCAs. “Cada inspector interpreta la norma de una manera, de ahí la importancia de que haya un criterio único”, matizó Caballero. Actualmente, para intentar subsanar esas incidencias, se ha creado un Comité en AENOR de unificación de criterios de inspección porque “un defecto es un defecto siempre y no dependiendo del inspector”.

El Centro de Transformación, el corazón de la instalación

En cuanto a la eficiencia de las instalaciones,  Caballero reconoció que en MESAT «trabajamos para concienciar a nuestros clientes sobre la importancia de cuidar el Centro de Transformación, porque es el corazón de la instalación y sin él nada funciona”.

Martín fue más contundente al asegurar que si bien en las instalaciones de los clientes, “todo se ha renovado para mejorar eficientemente, los Centros de Transformación son la cenicienta del cuento”, porque siguen registrando pérdidas de energía con costes importantes para los clientes.

Coincidiendo en el alto nivel de obsolescencia de las instalaciones de Alta Tensión, con unos equipos antiguos que suelen dar problemas a la hora de realizar rearmes, se reclamó un Plan Renove para estas instalaciones, una iniciativa que funcionó en su momento pero que no se ha vuelto a retomar.

Mucho por hacer en digitalización

También en digitalización queda mucho camino por recorrer, aunque la mejor forma de arrancar sería “concienciación a los clientes de los beneficios que les aporta”, destacó Caballero. Un argumento que apoyó Martín al entender que “los clientes no quieren invertir en digitalización porque lo que no da problemas no se quiere mover; sin embargo, hemos detectado que en muchos Centros de Transformación no hay repuestos si se estropean y les advertimos de las ventajas de digitalizar sus instalaciones ante incidencias de ese tipo”.

“Queda mucho por hacer”, confirmó Calleja, en la recta final de la jornada, donde se citaron también las ventajas de la digitalización a la hora de “poder tener acceso a las instalaciones en remoto o poder contar con datos”.