Requisitos y funcionamiento

El programa tiene como objetivo popularizar el coche eléctrico en el país, y, para ello, impulsa su adopción con un alquiler del vehículo durante tres años por 100 euros al mes -el precio varía en función del modelo-. La iniciativa, agotada en menos de un mes, ha alcanzado a 50.000 personas beneficiarias. Todos los vehículos que forman parte del programa son de fabricación europea y cuestan un máximo de 47.000 euros.

Para tener acceso a esta ayuda, los ciudadanos deben ser mayores de 18 años, trabajar a más de 15 kilómetros de su casa, ganar menos de 15.400 euros anuales y comprometerse a pagar durante al menos tres años. Finalizado este plazo, pueden elegir entre adquirir el vehículo, con una rebaja que supone aproximadamente el 40% de lo que valdría el coche nuevo, o dejarlo, dando pie a que pasen al mercado de segunda mano. Esto, a su vez, mejora una de las actuales carencias de la movilidad eléctrica: la falta de mercado de segunda mano.

El plan estatal tenía previsto ofrecer 25.000 vehículos, pero el éxito de la elevada demanda de 90.000 solicitudes hizo que la convocatoria se cerrase en un solo mes. En vistas de la implicación de la ciudadanía y su buena acogida, ya se ha anunciado la vuelta del programa para el próximo año.

El coche eléctrico en España

El vehículo eléctrico no termina de despegar en España debido a su elevado precio, entre 5.000 y 18.000 euros más caro que un coche de gasolina o equivalente, lo que lo aleja del alcance de todos. En el primer trimestre del año, la cuota de mercado de coches eléctricos fue del 4,6%, cifra que no llega a ser un tercio de la media de la UE. La medida francesa podría suponer una forma de derribar la barrera económica en España.

En este sentido, ONGs como Transport & Enviroment (T&E), han propuesto un plan similar al Gobierno español. La propuesta incluye ayudas para los vehículos eléctricos básicos de 20.000 euros para hogares con rentas medias-bajas y bajas. Las cuotas rondarían los 90 euros mensuales y el periodo sería de cuatro a ocho años. Las estimaciones indican que el plan podría atraer al 25% de los compradores de rentas más bajas.

Con su implementación, se calcula que podrían sustituirse 39.000 coches de combustibles fósiles que recorren 15.000 kilómetros anuales. Esto se traduciría en un ahorro de 48.775 toneladas de C02 y evitando 214.695 kilos de emisiones de NOx y 21.353 kilos de PM10.

La medida no solo se alinea con los objetivos actuales de descarbonización de la Unión Europea, si no que marca el camino a seguir por los beneficios que supone, tanto para el medio ambiente como para el sector de la movilidad sostenible.