Los productos energéticos lideran la inflación: análisis y perspectivas
En los últimos meses, los productos energéticos no solo han recuperado tasas positivas interanuales, sino que han pasado a ser el componente más inflacionista de la cesta de consumo, superando incluso a los alimentos. Este fenómeno ha generado preocupación entre economistas y consumidores, quienes observan cómo los precios de la electricidad, el gasóleo y la gasolina continúan en ascenso.
El dinamismo en la demanda de servicios y el aumento de los costes de producción, especialmente los salariales, podrían dificultar la contención de los precios en este sector. Esta tendencia al alza en los precios de los servicios se refleja en una tasa interanual de 3,7%, mientras que los bienes industriales sin productos energéticos mantienen una variación del 0,7% y los alimentos elaborados, bebidas y tabaco muestran una ligera disminución al 4,2%.
Un análisis del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) y su versión a impuestos constantes revela que la inflación habría aumentado seis décimas menos en abril. De haberse mantenido las medidas de reducción de impuestos implementadas en abril de 2023, la inflación hubiera sido del 3%. Con la vuelta del IVA de los alimentos a sus niveles normales en julio, el gobierno ha anunciado la intención de prorrogar la medida, aunque el incremento en el precio de la electricidad podría llevar a una nueva reducción del IVA en este sector, por lo que es crucial mantenerse atentos a estas posibles medidas y su impacto.
Las previsiones para 2024 indican que la inflación se mantendrá ligeramente por encima del 3,0%, con una moderación gradual en la inflación subyacente, a pesar de la resistencia a la baja de algunos componentes. Esta evolución estará influenciada por el ritmo de reversión de las medidas antiinflacionarias y los precios de las materias primas en los mercados internacionales.
A nivel de la Unión Monetaria, la inflación ha repuntado ligeramente, situándose en 2,6%, mientras que en España el IPCA de mayo aumentó su tasa interanual a 3,8%, ampliando el diferencial a 1,2 puntos porcentuales.
Comportamiento de los precios
Dentro de la inflación subyacente, se observa un comportamiento variado. Los precios de los alimentos sin elaboración desaceleraron su tasa interanual al 4,6% tras un repunte el mes anterior. Por otro lado, los precios de los productos energéticos mostraron un aumento significativo, alcanzando el 8% frente al 5% del mes anterior, impulsados principalmente por el aumento de los precios de la electricidad comparado con mayo de 2023. A pesar del descenso en los precios del gas, el incremento en los precios del gasóleo y la gasolina, en línea con el aumento de los precios del petróleo, ha tenido un fuerte impacto.
En mayo, el precio del crudo Brent promedió 82,9 dólares por barril, representando un aumento del 7,5% en dólares y del 8,1% en euros en comparación con el año anterior. En junio, el precio se mantiene alrededor de 78,6 dólares por barril, lo que implicaría un incremento del 4,2% en dólares y del 4,5% en euros si se mantiene esta tendencia.
La moderación de los precios del petróleo se atribuye a una menor probabilidad de conflicto armado entre Irán e Israel, y al anuncio de la OPEP+ de una reversión gradual de los recortes de producción voluntarios a partir de octubre, lo que aumentará la oferta. Además, el aumento en la producción de países fuera del cártel también está ejerciendo presión a la baja sobre los precios del crudo.