Luz verde a la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo

Luz verde a la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo

Con el objetivo de reducir en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de 1990 a 2050, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha aprobado el documento que establece la “Estrategia a Largo Plazo para una Economía Española Moderna, Competitiva y Climáticamente Neutra en 2050” (ELP 2050).

Se trata de un documento estratégico que muestra las múltiples oportunidades para la creación de empleo y el crecimiento económico y que abre un escenario basado en la tecnología y el conocimiento disponible en energías eficientes y verdes, ofreciendo grandes posibilidades para la inversión.

En suma, la ELP 2050 marca una ruta que permitirá un consumo final de energía plenamente renovable a mediados de siglo, lo que aumentará la competitividad de la economía española y generará efectos positivos en salud, biodiversidad y adaptación al cambio climático

El objetivo de reducción de emisiones se convierte en eje vertebrador de esta estrategia que analiza, desde un punto de vista estratégico, las distintas opciones para la descarbonización de la economía y abre la puerta a la inversión y el despliegue tecnológico necesarios en los próximos años para cumplir con sus objetivos. Si bien la ELP marca una senda general para alcanzar los objetivos propuestos, la ruta concreta para cada década se irá definiendo de manera detallada por medio de los PNIEC, que se elaborarán cada diez años y se actualizarán cada cinco.

Elementos transversales

La  ELP también contempla que la ciudadanía se sitúe en el centro del cambio, que se abordará desde una perspectiva de equidad y justicia social, con especial atención a los colectivos y sectores vulnerables, así como a los habitantes de zonas en Transición Justa, generando oportunidades de empleo sostenible, especialmente en el entorno rural, y abordando el reto demográfico. También integra la perspectiva de género con un enfoque de igualdad y, de forma adicional, presenta múltiples sinergias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

La transición hacia la neutralidad climática abre la puerta a múltiples oportunidades a través del gracias al desarrollo de sectores estratégicos como las energías renovables, el hidrógeno verde y el almacenamiento energético a lo largo de toda su cadena de valor. El despliegue de estas tecnologías contribuirá, asimismo, al autoabastecimiento energético y a un uso más eficiente de los recursos, que redundarán en el cuidado del medio ambiente y en una mayor resiliencia al cambio climático.

Las nuevas transformaciones se realizarán sobre la base del incremento de la cohesión territorial, contribuyendo al desarrollo rural y haciendo frente al reto demográfico, pero también mediante el diseño de ciudades más habitables, al tiempo que se abren nuevas oportunidades para el empleo.

De cualquier forma, uno de los principales objetivos más prioritarios es la mitigación de emisiones para alcanzar la neutralidad climática antes de mediados de siglo. Para conseguirlo, el sistema energético estará basado fundamentalmente en energías renovables, representando un 97% en el consumo final.

El ahorro y la eficiencia energética comparten papel fundamental en la Estrategia, reduciendo los consumos de energía primaria y final. Todas las transformaciones señaladas generarán un cambio en la estructura energética, que redundará en una considerable reducción de la dependencia exterior. Se estima que España pasará de importar el 73% de la energía consumida en 2018 al 13% en 2050, lo que implicará un ahorro acumulado en importaciones de combustibles fósiles entre 2021 y 2050 estimado en 344.000 millones de euros.

Llega la ‘oleada de renovación’ de edificios

Enmarcada en la oleada de renovación del parque edificatorio que nos llega desde Europa, y que fue denominada “Nueva Bauhaus Europea” por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, las acciones de rehabilitación energética para transformar el parque de vivienda se convierten en un capítulo destacado de la estrategia. De hecho, la Comisión aspira, al menos, a duplicar las tasas de renovación en los próximos 10 años y a garantizar que las renovaciones den lugar a una mayor eficiencia energética y de los recursos.

La ELP estima que este sector de la edificación estará plenamente descarbonizado a mediados de siglo. Para lograr este objetivo es indispensable mejorar la eficiencia de las construcciones ya existentes. También es preciso alcanzar ese objetivo de un consumo energético casi nulo, por eso, la rehabilitación energética será clave desde 2021, abriendo un importante nicho de actividad económica, determinando que los mayores cambios se producirán en los sistemas de climatización, consiguiendo que el 96% de ellos serán renovables a mediados de siglo.