Radiografía de la escasez de materias primas: mayor demanda, acopio de China y problemas logísticos

Radiografía de la escasez de materias primas: mayor demanda, acopio de China y problemas logísticos

La alta demanda de equipos y materiales de instalación, fruto de la activación de los mercados y vuelta a la normalidad tras la pandemia, ha dejado un panorama incierto para los fabricantes y proveedores del sector. El problema de disponibilidad de materias primas empieza a agudizarse, al tiempo que se incrementan los precios y la escasez está empezando a paralizar determinados procesos productivos. Es una escasez de semiconductores, de componentes electrónicos, de materiales muy determinantes que afecta a toda la cadena de valor, desde fabricantes hasta la distribución, los instaladores, así como los promotores, empresas de mantenimiento y reforma, etc.

La falta de componentes electrónicos, de cobre, acero, plásticos, entre otros, ya ha provocado el paro parcial de producción de varios fabricantes de automóviles y componentes, y comienza a tensionar otras industrias auxiliares o fabricantes de maquinaria original -OEM-, al no disponer de todos los elementos necesarios para fabricar.

 

Y las previsiones son poco positivas, trasladando la tensión de toda la cadena de suministro hasta el año 2022. Un problema a escala global que ya es una de las grandes preocupaciones de este sector. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Cables, Conductos Eléctricos y Fibra Óptica, FACEL, el precio del PVC ya ha aumentado un 20%, el cobre un 18,5% y el aluminio un 15,4%, en este primer trimestre de 2021. Y la cosa parece ir a más.

El origen de todo el problema está en que China, al salir antes de la crisis sanitaria y empezar a recuperar sus niveles de crecimiento, hizo un gran aprovisionamiento de materiales, a lo que se suma que es el mayor consumidor de materias primas, chips y semiconductores del mundo. El gran acopio realizado ha repercutido en esa escasez que afecta al resto de países y a unos precios que no paran de crecer desde mediados de 2020. Afortunadamente, el gobierno chino ha decidido recientemente liberar sus reservas estratégicas de cobre, aluminio y zinc para desinflar los precios a nivel mundial. Aunque también es problemático el colapso de los puertos marítimos en Asia, donde se acumulan retrasos en envíos de contenedores, y la demanda creciente ha multiplicado por 3 el coste respecto a 2020.

También tiene su influencia la irrupción de las tecnologías verdes, como por ejemplo, el vehículo eléctrico y su infraestructura. Las previsiones de demanda de esta movilidad verde aumentarán de 2 a 8 millones en 2025. El impulso hacia esta movilidad eléctrica y la producción creciente de estos vehículos, también tensiona la disponibilidad de chips y de metales como el cobre, la plata, el platino, que son materias primas vitales para estos vehículos sostenibles.

Una demanda que no parará de crecer

A todo esto se une el teletrabajo y la digitalización de todo lo que nos rodea. Esta nueva tendencia, fruto de la pandemia, ha catapultado la demanda de electrónica de consumo, de ordenadores y todo tipo de dispositivos que facilitan el trabajo desde el hogar.

Lo que empezó como un desajuste momentáneo entre oferta y demanda se ha convertido en una tormenta perfecta, donde la demanda es imparable, creciente, la previsión fue errónea, en contraposición de una industria fabricante de chips y semiconductores muy concentrada (el 83% de la producción mundial se concentra en Taiwán y Corea del Sur), al igual que la de los metales. Hay quienes aseguran que los chips se han vuelto tan escasos y codiciados como el oro, al no ser capaces de seguir el ritmo de la demanda.

La demanda de chips no dejará de crecer en el presente y a futuro. ¿La razón? Cada vez son más los productos que incorporan un chip. Y con la llegada del 5G y la conectividad que impone la digitalización, será una tendencia estructural. Termostatos, bombillas, automóviles, bicicletas, frigoríficos, etc… todo lo que nos rodea está/estará respaldado por un circuito integrado.

 

 

Visión de Ziehl-Abegg Ibérica

También los sistemas de ventilación incorporan chips y componentes electrónicos. La integración de tecnología de vanguardia para configurar y controlar los motores eléctricos, los ventiladores, variadores de velocidad, entre otros, ha sido el paso definitivo hacia la conectividad de sus productos y sistemas automatizados. Una solución que reduce el tiempo de modernización de equipos eléctricos digitalizados, y refuerza la resiliencia de las empresas que confían en los equipos de la compañía.

Una gama de equipos robustos, digitalizados, conectados para el intercambio de datos y mejorar la fiabilidad operativa, la seguridad y la eficiencia para los clientes. Así, el fabricante puede ampliar la vida útil de equipos antiguos -retrofit- con adaptación o sustitución de sus equipos conectados, lo que deviene en mejores mantenimientos predictivos y una mayor continuidad del negocio. Esa prolongación de la vida útil, y una mejor información de los parámetros de las instalaciones, son ventajas competitivas para los clientes de la firma internacional.

En un contexto como el actual, donde los costes de explotación de las plantas antiguas no se encuentran en consonancia con el rendimiento proporcionado o demandado, y donde se requiere de mayor eficiencia energética, ahorro de espacio, reducción de ruido y mayor durabilidad, Ziehl-Abegg ha diseñado Retrofitblue. Esta solución profesional permite  la eficiencia de los sistemas existentes hasta un 70%, reduciendo el consumo energético de la planta hasta un 50%, con mejores costos operativos y un mantenimiento predictivo.

Ziehl- Abegg Ibérica, al igual que el resto de delegaciones del mundo, han sabido planificar sus líneas de producción. En sus factorías se producen todos los componentes de equipos de ventilación y control, que garantizan la calidad, la fiabilidad y durabilidad que exige el mercado. Y atendemos la demanda de nuestros clientes ofreciendo los mejores plazos de entrega adaptados a la situación actual de mercado. Un sector que volverá al equilibrio una vez superadas las tensiones de suministro.