
Roblan impulsa la sostenibilidad en el hogar con una charla sobre iluminación eficiente y bienestar en Ciudad Real
La iluminación es uno de los factores clave a los que prestar atención a la hora de mejorar la sostenibilidad y bienestar en los hogares, pero son muchas las personas que desconocen qué factores tener en cuenta para elegir los productos adecuados. De ello habló Darío Rodríguez, del Departamento de Proyectos y Asesoría Técnica de Roblan, en su ponencia “Iluminación sostenible y centrada en las personas” para vecinos de Ciudad Real, durante la jornada “Hogar sostenible y reciclaje responsable”.
“La iluminación representa alrededor del 15 % del consumo eléctrico de un hogar medio (según datos de IDAE 2024), y ajustarla adecuadamente puede suponer mejoras en la calidad del sueño, el confort visual y la productividad”, ha explicado Rodríguez.
Para mejorar la eficiencia energética, el experto recomienda utilizar sensores de presencia en pasillos (reducen el consumo de iluminación de tránsito en un 30%), aprovechar la luz natural, y sustituir fluorescentes por LED. A pesar de la popularidad de la iluminación LED, todavía es habitual desconocer cómo leer las etiquetas de este tipo de bombillas. “Es fundamental elegir la bombilla teniendo en cuenta los lúmenes y la temperatura, no los vatios. También hay que prestar atención a la escala de eficiencia energética, directamente relacionada con el ahorro energético que nos puede aportar y que va desde la A (la opción más eficiente), hasta la G. Otro aspecto a valorar es la vida útil del producto, el haz de luz y la reproducción cromática,”, ha añadido Rodríguez.
A la hora de iluminar un hogar es importante tener también en cuenta la temperatura de color. Para contabilizarla, se emplea la unidad de medida Kelvin, y cuanto mayor es esa cifra, más blanca o fría será la luz. “La iluminación cálida crea un ambiente acogedor y es ideal para fomentar la relajación en espacios como dormitorios o salones. La luz neutra es recomendable para cocinas, baños o para estudiar. Mientras que la luz fría, que aporta mayor sensación de alerta, y es recomendable para espacios como garajes”, ha añadido.
En este sentido, es crucial adaptar la luz a cada estancia y actividad, ya que una iluminación adecuada nos hará ganar en bienestar y en ahorro. Si no es correcta, puede llegar a alterar los ritmos circadianos, haciendo que el cerebro piense que es de día, en vez de prepararse para el momento de acostarse, algo que afecta a la conciliación del sueño. Según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid, la calidad del sueño aumenta en un 8% si empleamos en nuestro día a día una temperatura de la luz adecuada. “Para evitar estos problemas es aconsejable emplear luz más fría por la mañana y cálida por la noche”, ha apuntado el experto.