Un estudio revela que los sensores de luz diurna consiguen reducir hasta un 26% los consumos de energía

Un estudio revela que los sensores de luz diurna consiguen reducir hasta un 26% los consumos de energía

Comprobar si con el control de la iluminación con sensores de luz diurna y detectores de presencia repercute en los ahorros energéticos ha sido la finalidad del trabajo realizado por Sebastián Knoche, del Departamento de Investigación y Desarrollo de Trilux, que midió y analizó los datos de iluminación en el taller de capacitación de la compañía durante un año.

Este trabajo, que formó parte del proyecto de investigación europeo Repro-Ligth, deparó unas conclusiones muy interesantes, entre ellas que los detectores de presencia consiguen reducciones del 5% en los consumos de energía. También los sensores de luz diurna permiten ahorros de energía, pero esta vez de hasta el 26%, alargando la vida útil del LED hasta en 37.000 horas, y se ha observado que ese potencial está lejos de agotarse.

Las soluciones objeto del estudio fueron conectadas en red a través del Sistema de Administración de luz LiveLink, equipándose con sensores para detección de presencia y control de la luz del día. Además, para investigar la influencia de los sensores en el consumo de energía y la vida útil, las luminarias se monitorizaron durante un año a través del servicio en la nube Trilux, al tiempo que los datos registrados alcanzaron un total de 261.000 puntos en el tiempo.

Modelo matemático

La idea era desarrollar un modelo matemático capaz de predecir o cuantificar con precisión los ahorros realizados por los sensores. Usando estas fórmulas, los clientes de Trilux pueden calcular las ventajas que les ofrece un sistema de gestión de luz controlado por un sensor antes de ser instalado.

Con todo, el consumo de energía de la iluminación depende de la hora del día, el día de la semana y la estación del año, por eso los sensores de luz diurna agregan con precisión la cantidad de luz a la luz solar para lograr un cierto nivel de iluminación.

El estudio muestra que la curva de atenuación medida en el taller de capacitación se correlaciona con el ángulo de elevación del sol a lo largo del año.

Se trata de un resultado influenciado por factores diferentes, como el de la latitud geográfica (debido a la desviación del ángulo solar) y a las aplicaciones clásicas del tiempo de funcionamiento de las lámparas. Como el estudio se realizó en Alemania, en oficinas con horario de 9.00 a 17.00h, mostraron que el potencial de ahorro que se alcanza solo con sensores de luz natural llega hasta ese 26% indicado.

Además, el detector de presencia realizó apagados de la iluminación en el taller de capacitación en un promedio 21 minutos al día durante las horas de trabajo, lo que corresponde a un potencial de ahorro adicional del 5%. A destacar que los ahorros son significativamente mayores en áreas con menos tráfico de personas.

Vida útil de hasta 37.000 horas

Adicionalmente, menos potencia en el balastro LED significa una temperatura promedio más baja en el chip LED, así, el estudio demuestra que los sensores de luz diurna aumentan la vida útil de un LED de esta manera de 50,000 horas a 87,000 horas.

La cantidad del efecto se relaciona con el ahorro de energía y del tiempo de funcionamiento del sistema de iluminación, incluso con operación las 24 horas, la vida útil del LED se alarga en 18.000 horas gracias a los sensores de luz natural.

Sebastián Knoche está trabajando actualmente en el proyecto Repro-Light. Trata sobre la mejora de la eficiencia del material de las luces LED como parte de un análisis integral del ciclo de vida, ya que además de los recursos energéticos, el uso responsable de los recursos materiales es un punto de partida importante para una sociedad más sostenible. De hecho, Repro-light es un proyecto de investigación europeo que tiene como objetivo ayudar a la industria europea de la iluminación a avanzar hacia un futuro más sostenible y competitivo.