De casa de pescadores en Mallorca, a vivienda biopasiva junto al mar

De casa de pescadores en Mallorca, a vivienda biopasiva junto al mar

 

Una antigua casa de pescadores situada en la bahía de Pollença, en Mallorca, se ha convertido en una vivienda biopasiva junto al mar gracias al proyecto de Marès Arquitectura Paisatge i Territori, que ha ideado una reforma con criterios biopasivos.  

 

Para convertir esta construcción en una vivienda de consumo casi nulo, el arquitecto Jaume Luis Salas ha trabajado en varias estrategias pasivas:

 

  • Aislamiento y eliminación de puentes térmicos. Se ha utilizado aislamiento de fibra de madera de diferentes densidades en toda la envolvente y por el interior. De este modo, se consigue una envolvente continua y se evitan los puentes térmicos. El  uso del aislamiento por el  interior reduce considerablemente la cantidad de material y, por tanto, su coste. Asimismo, facilita la resolución de puentes térmicos. Para compensar, se ha aumentado la inercia de los pavimentos interiores con el uso de mayor grosor y materiales con alta densidad, como gravas y piedra locales.

 

  • Elementos pasivos de captación solar y acumulación de calor: La captación solar pasiva se realiza con los ventanales a sur junto con la gran inercia de los pavimentos y sus bases. El alto grado de aislamiento de la envolvente, así como su estanqueidad, evita en gran medida esa pérdida de calor.

 

  • Elementos pasivos de refrigeración o acumulación de frío: El emplazamiento de la edificación, ubicada en un lugar expuesto que favorece mucho la ventilación cruzada mediante la brisa marina, el “embat”, provoca viento térmico procedente del mar en horas diurnas y del interior en horas nocturnas. Asimismo, en los meses más calurosos se hace uso de la abertura de ventanales durante la noche, consiguiendo que la disposición de la ventilación cruzada refrigere el interior de la vivienda y se acumule ese frescor en la inercia térmica de los pavimentos interiores. Se utiliza un pozo canadiense, construido mediante la colocación de 45 ml de tubos en una cota inferior a la cimentación. Mediante el aire que cruza a través de ellos y con el contacto con el terreno se consigue disminuir considerablemente el aire que entra al recuperador de calor y que  posteriormente se introduce en la vivienda.

 

  • Elementos o sistemas de refrigeración activa: El recuperador de calor entálpico Zehnder ComfoAir Q450 ERV, junto al pozo canadiense, aportan una mejora en el control de la temperatura y la humedad. Asimismo, se hace uso de una pequeña bomba de calor de 2.924 kcal/h sobre todo para el control de las cargas térmicas programando su uso puntual. La energía consumida proviene de las placas solares fotovoltaicas.

 

  • Calidad del aire interior: La utilización del recuperador de calor de Zehnder ComfoAir Q450 ERV, junto al pozo canadiense, favorece la calidad del aire interior de la vivienda. Estos intercambiadores recuperan la energía del aire de expulsión y la transfieren al aire de impulsión, manteniendo además una humedad constante del 60 % siendo la exterior del 90% al 100%. Según los datos obtenidos por la monitorización, las cargas internas de la edificación cubren prácticamente la demanda de temperatura en épocas frías.

 

  • Calentamiento de agua caliente sanitaria: Se usa un equipo de aerotermia con acumulación apoyado por la energía producida por las placas fotovoltaicas.