Félix Sanz: “El nuevo impuesto sobre gases fluorados encarecería a las nuevas instalaciones de refrigeración y climatización”

Félix Sanz: “El nuevo impuesto sobre gases fluorados encarecería a las nuevas instalaciones de refrigeración y climatización”

El nuevo impuesto que prepara el Ejecutivo y que gravará los refrigerantes utilizados en los equipos de refrigeración y climatización, ha provocado el rechazo de expertos y asociaciones, que ven cómo la nueva Ley llevaría al encarecimiento de las nuevas instalaciones que se realicen. En este artículo, el adjunto a la Gerencia de Aefyt, Félix Sanz, analiza las consecuencias.

 

Un nuevo impuesto que está preparando el Gobierno gravará la fabricación e instalación en España de equipos de refrigeración, aire acondicionado y bombas de calor. Se trata de un impuesto que se aplicará a los refrigerantes utilizados en estos sistemas.

 

 

España es uno de los pocos países de la Unión Europea con un impuesto especial sobre la emisión a la atmósfera de gases fluorados, utilizados como refrigerantes en este tipo de equipos. El Gobierno pretende, además, extender el gravamen a la fabricación o importación de equipos precargados y a la primera carga de refrigerante en instalaciones nuevas, con el objetivo, según explican las autoridades, de simplificar la recaudación del impuesto, en vigor desde 2014.

 

 

“Con esta Ley se pretende extender el gravamen a la fabricación o importación de equipos precargados y a la primera carga de refrigerante en instalaciones nuevas”

 

La medida preocupa al sector del frío, ya que vendría a encarecer nuevas instalaciones de refrigeración en establecimientos de hostelería y pequeño comercio, así como las instalaciones de climatización para uso doméstico y comercial. También afecta a los las grandes superficies, a supermercados, a la industria alimentaria, la logística y el transporte refrigerado, los electrodomésticos, la automoción… No sólo eso, sino que, de confirmarse, comprometería y podría llegar a afectar a la competitividad de estos sectores, que facturan más de 130.000 millones de euros y emplean a más de 750.000 personas.

 

La nueva tasa entraría en vigor el próximo mes de julio. Esta es otra de las quejas del sector, ya que los instaladores y fabricantes de equipos de refrigeración con gases fluorados apenas tendrán tiempo suficiente de adaptarse a las nuevas exigencias legales.

 

De aprobarse en julio, los instaladores y fabricantes apenas tendrán tiempo para adaptarse a las nuevas exigencias legales

 

Situación con respecto a otros países de la UE

La nueva ley de reforma del impuesto sobre gases fluorados de efecto invernadero se encuentra aún en trámite. De aprobarse la redacción del anteproyecto actual, España se convertiría en el primer país de la Unión Europea en penalizar el consumo responsable de refrigerantes y no tanto la emisión de los mismos. De ser así, España se estaría desviando del principio europeo de “quien contamina, paga”, incluso aunque sea energéticamente eficiente. En cuanto a los demás países comunitarios, algunos o bien sólo se limitan a seguir el reglamento de la Unión Europea, o bien excluyen del impuesto a los equipos e instalaciones nuevas, gravando sólo las emisiones reales de gases fluorados de efecto invernadero.

 

 La nueva ley penalizaría el consumo de los refrigerantes, y  no tanto la emisión de los mismos

 

Este impuesto, podría considerarse, además, redundante, porque en la Unión Europea ya existe un Reglamento de Gases Fluorados (Reglamento Europeo UE 517/2014 –FGas-), quizá el más avanzado del mundo. Un ordenamiento legal que establece un exigente calendario de reducción y eliminación de gases fluorados de alto potencial de calentamiento atmosférico. De hecho, con el objeto de cumplir esta legislación, la industria del frío ha realizado ya grandes avances en la migración hacia gases refrigerantes de menor potencial de calentamiento global.

 

Un ejemplo de ello es que el 1 de enero de 2022 entraron en vigor nuevas prohibiciones de comercialización que afectan a unidades multicompresoras para uso comercial de nueva instalación. En el año 2025 las restricciones alcanzarán también a los nuevos sistemas de aire acondicionado que contengan menos de 3 kg de gases refrigerados de PCA igual o superior a 750.

 

El nuevo impuesto  “medioambiental” penalizaría la contribución de la bomba de calor en la descarbonización de las instalaciones de climatización

 

 

Por otra parte, y paradójicamente, el nuevo impuesto “medioambiental” penalizaría la contribución de la bomba de calor en la descarbonización de las instalaciones de climatización, o el papel de la refrigeración en la preservación de la cadena de frío y en la reducción del desperdicio de alimentos.

 

60 expertos y una veintena de asociaciones, en contra

Hay que destacar además, que este impuesto ignora las reflexiones y recomendaciones de los 60 expertos en fiscalidad, entre los que se encuentran algunos antiguos altos cargos de la Agencia Tributaria, que han intervenido en el “Libro Blanco para la reforma fiscal en España” publicado en febrero de 2022. En dicho documento se explica de manera amplia que el impuesto sobre gases fluorados “no cumple en su diseño con la finalidad propia de la mencionada tasa, ya que los gases por los que se tributa son difícilmente sustituibles desde el punto de vista tecnológico y, por lo tanto, suponen directamente un impuesto a la actividad de nuestro sector.” Los expertos también destacaran un elemento decisivo, que la tasa grava “un consumo sin que el operador tenga alternativa de sustitución ni de mejora de la eficiencia energética y debería ser objeto de revisión”. El Libro Blanco concluye que este tipo de impuestos “funcionan mejor en el caso en el que están armonizados a nivel europeo, al reducirse el riesgo de fraude”.

 

Las asociaciones creen que el nuevo impuesto fomentaría el fraude y el comercio ilegal de refrigerante y equipos

 

Ante la inminencia de la posible entrada en vigor prevista para julio próximo del impuesto que grava la aplicación de gases fluorados de efecto invernadero en sistemas de refrigeración, aire acondicionado y bombas de calor, una veintena de asociaciones de los sectores afectados han unido sus voces frente a lo que consideran un incremento fiscal injustificado. Dichas asociaciones consideran que este impuesto no está alineado con las políticas de la Unión Europea, creen que repercutiría negativamente en la economía y en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, y que fomentaría el fraude y el comercio ilegal de refrigerante y equipos.

 

¿Objetivos climáticos comprometidos? 

El país y las empresas se encuentran en un momento delicado, remontando tras la crisis del COVID- 19 e intentando evitar que la actual escalada de precios de la energía afecte aún más a su actividad económica. Compartimos con el Gobierno los objetivos de descarbonización y la idea de que el frío es un elemento que puede contribuir a que las empresas usuarias alcancen sus propios objetivos climáticos. Uno de los retos en el horizonte es la modernización del total de instalaciones existentes en España, de las que aún queda un porcentaje aproximado del 20% por adaptar. Sin embargo, tasas como ésta podrían complicar o hacer más costosa esa renovación y modernización, algo que frenaría la consecución de los objetivos climáticos previstos.