Una mancomunidad de 3.500 viviendas en Madrid se adapta a la normativa instalando repartidores de costes de calefacción de Ista

Una mancomunidad de 3.500 viviendas en Madrid se adapta a la normativa instalando repartidores de costes de calefacción de Ista

Ista, referente en servicios de medición y liquidación individual de consumos de energía, suministrará cerca de 20.000 repartidores de costes de calefacción del modelo Doprimo,  en alquiler a la supracomunidad de Virgen de la Esperanza, situada en el barrio de Canillas, en Madrid. Los equipos estarán en régimen de alquiler, y permitirán la  realización de las facturas con toda la información del consumo pormenorizada

 

 

De esta forma, la comunidad se adapta a la normativa que establece la obligatoriedad de instalar sistemas de contabilización individualizada de calefacción, con lo que podrá ahorrarse un 20% de media en la factura anual, según las estimaciones de Ista, lo que supone 20 euros por vivienda al mes, «sin tener que realizar inversión inicial alguna».  La mancomunidad ha tomado la decisión teniendo como consecuencia de los altos  precios energéticos y la consideración de gran consumidor que tienen las comunidades de propietarios con calderas de gas centralizadas, que les impide estar en el mercado regulado con tarifas más competitivas.

 

Cuatro veces más en la factura

Esta comunidad ha pasado de pagar 275.000 euros en 2021 a cerca de 800.000 euros en gas al mes, cuatro veces más, debido a la escalada del precio de esta energía. Una situación que afecta a las más de 3.500 viviendas integradas en la urbanización, y que ha llevado a sus propietarios a adoptar el acuerdo de instalar repartidores de costes de calefacción para controlar su consumo y pagar justo por lo que se gasta en cada hogar.

 

“Con la instalación de los contadores de energía, que no queríamos demorar más, nos adelantamos a la normativa que obliga a que todas las comunidades de vecinos cuenten con estos dispositivos en los radiadores de todas las viviendas, pero además facilitará que los vecinos, en su mayoría pensionistas, puedan controlar su consumo, y por lo tanto, su gasto, en función de su uso”, asegura Julia Vicente, presidenta de la supracomunidad Virgen de la Esperanza de Canillas.

 

Para Sofía Flores, directora comercial de la zona centro de Ista, “el paso que ha dado esta mancomunidad, que es quizás el mayor district heating de Madrid, es muy importante porque, además de ser responsable con el medio ambiente, dejando de emitir toneladas de C02 a la atmósfera, sus vecinos podrán apreciar desde el primer momento un ahorro económico en sus hogares”. Flores también considera que la instalación de contadores de energía y repartidores de costes así como la instalación del sistema de gestión energética inteligente Sophia, en comunidades y mancomunidades con calefacción central son necesarias para mejorar la eficiencia energética del parque edificado y obtener, en consecuencia, los ahorros energéticos que demanda Europa. “Y la supracomunidad de Virgen de la Esperanza es un ejemplo a seguir, que debe ser replicado por otras comunidades de vecinos, especialmente en Madrid, ya que pese a encontrarse en una de las zonas climáticas más frías, el ritmo de instalación está siendo más lento del esperado, teniendo en cuenta que será obligatoria por normativa, la colocación de estos dispositivos antes de octubre de 2022”, afirma.

 

Desde Ista consideran que esta contabilización individual en edificios con calefacción central, a la que obliga el Real Decreto 736/2020, impactará positivamente en el medio ambiente, ya que la calefacción es responsable del 56% de las emisiones contaminantes, y en la sostenibilidad de los edificios. En España cerca de 1,4 millones de viviendas tienen instalaciones térmicas centralizadas.