El sector de las instalaciones pone en valor su papel como gestor del cambio

El sector de las instalaciones pone en valor su papel como gestor del cambio

Con las sugerencias directas de poner en valor y potenciar la faceta formativa y capacidades de las empresas instaladoras a la hora de ser gestores del cambio, además de promover su digitalización y actualización, la primera jornada de FENIE en formato virtual reunió ayer a un plantel de expertos que avanzaron las claves para impulsar la actividad del sector.

Con picos de asistencia de hasta 1.200 profesionales conectados durante el encuentro, los ponentes fueron desgranando sus impresiones sobre los cambios que se avecinan de cara a la consecución de un modelo energético más sostenible y cuál es el papel que juega el instalador en calidad de asesor energético en todo este proceso, en el que las tecnologías limpias y eficientes se convertirán en elemento tractor y palanca de impulso para allanar el camino hacia esa transición.

2021: un año para el cambio

Con el título ‘El sector de las instalaciones en tiempos de coronavirus’, el primer bloque de la jornada contó con la intervención de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, quien reconoció “la capilaridad territorial de FENIE, su gran capacidad asociativa y el liderazgo empresarial que ostenta”.

Tras asegurar que el 2021 será un año muy importante para todos, dado los cambios que se esperan motivados, en parte, por el importante paquete de ayudas que se esperan recibir de Europa, Garamedi recordó que la patronal española contará con una oficina para informar sobre los proyectos y fondos europeos que, a su juicio, “deben de llegar sobre todo a las pequeñas y medianas empresas” y, sobre todo, “hay que consumir y agotar”.

Metidos de lleno en el debate, la primera tanda de intervenciones, moderada por August Serra, estuvo a cargo de Francesc Acín, presidente de AFME; Eduard Sarto, presidente ejecutivo de ADIME; Pilar Vázquez, presidenta de ANFALUM y vicepresidenta de la PMcM, y Andrés Sabater, que actuó en representación de las empresas instaladoras.

Los ponentes coincidieron en que el ejercicio actual está siendo muy complicado y duro, con periodos de confinamiento, reactivación y rebrotes, y dejaron unas previsiones que, aunque en negativo, evidencian que el sector no se ha visto tan afectado como en principio se temía. Así, los porcentajes que se prevén de cara al cierre del ejercicio oscilaron entre el 15% de la caída de actividad apuntada por el presidente de AFME y ratificada por el representante de los instaladores, hasta el 10 o 12% previsto por Sarto, que puso en valor la capacidad del trabajo y esfuerzo colectivo para salir adelante y, también, para defender los intereses del sector ante la Administración, incluso a la hora de distribuir los fondos procedentes de Europa.

Un macro proyecto para el sector

Precisamente, esa unidad y cooperación de todas las asociaciones sectoriales está muy presente en un macroproyecto tractor que están perfilando, de carácter transversal y con el que se busca la rehabilitación energética de viviendas y edificios. Se trata de planificar todas esas actividades a realizar con esas ayudas comunitarias –cuya tramitación se debería también mejorar y agilizar- con una proyección a medio plazo, de seis aproximadamente seis años, y una implicación de actividades muy diversas, vinculadas sobre todo con tecnologías eficientes, limpias, sostenibles y colaborativas, en línea directa con los objetivos europeos. Un proyecto, en suma, en el que tiene cabida la inversión privada y que, en su desarrollo, contribuirá a la creación de entre 50.000 y 60.000 empleos de calidad.

Al margen de esta importante noticia, Pilar Vázquez hizo alusión a que los impagos que, pese a lo que se pudiera esperar, se mantienen en cuotas muy similares a la de años anteriores –un 6% de morosidad-, Sin embargo, la PMcM espera que la situación mejore una vez vea la luz la propuesta de Régimen Sancionador, que se encuentra en proceso de enmiendas sin que exista ninguna a la totalidad. Esa unidad política hace pensar en una rápida aprobación, aunque  Vázquez aseguró que estarán muy alerta para que no se produzca ningún imprevisto que pueda perjudicar a “este gran logro”, en el que llevan años trabajando y al que, añadió Sarto, “deben dotar de los mecanismos precisos para que se aplique con rapidez y eficacia”.

Se pidió evitar utilizar el medio de pago del confirming como plazo de pago y se sugirió la creación de un sistema arbitral para la solución de conflictos. También hubo consenso a la hora de defender la cadena de valor del sector ante los intentos de crear disfunciones y actuar solo por precio. “No podemos obviar que el canal profesional ofrece servicio, asesoramiento y valor”, recordó Sarto, y confirmó Acín que “ese es el concepto que hay que transmitir a la sociedad, al consumidor”. Se consigue, concluyó Sabater, “a través de unos profesionales que saben que ese no es el mejor camino, sino el único camino”.

Rol de las telecomunicaciones

El segundo de los bloques estuvo enfocado a determinar cuál es ‘El nuevo rol de las instalaciones de comunicaciones’, en unos momentos en que se ha avanzado de forma importante en el proceso de digitalización, con las empresas instaladoras como aliados para hacer posible la adaptación. En este contexto, María Teresa Arcos, directora general de Telecomunicaciones, habló de la Nueva Ley y del papel del instalador, señalando en su intervención las novedades que incorpora el texto, entre ellas la modificación del servicio universal de telecomunicaciones y los cambios en el concepto de asequibilidad, además de referirse a los 60.000 millones de euros que vendrán al sector para acelerar el proceso.

En esta ocasión, los ponentes fueron: Pedro Mier, presidente de AMETIC, José Carlos Baez, vocal de la Junta de COIT, Pedro Alonso Monzón, en representación de la Administración, y José Luis Fernández Carnero, como parte de la industria.

Tras disertar sobre la necesidad de contar con más profesionales cualificados y de que se regule el mantenimiento de estas instalaciones en los edificios, el tercer bloque puso el foco en el papel de la empresa instaladora en la transición energética, en una mesa moderada por Jaume Fornés, y en la que participaron Paula Román, por Feníe Energía; Luis Carlos Montañes, de Endesa Distribución; José Carlos Peña, de la empresa Rexel, y Enrique del Valle, por parte de FENIE.

Control del intrusismo

A lo largo de las intervenciones, los ponentes reconocieron que las herramientas básicas para avanzar en ese papel clave del instalador ante la electrificación giran en torno al conocimiento y formación; la seguridad jurídica; control del intrusismo y simplificación de los trámites administrativos, sin perder de vista la digitalización, y difusión y asesoramiento sobre los productos y tecnologías que más interesan al usuario.

Los ponentes coincidieron en que, con esos referentes, las empresas instaladoras ganarán en fortalezas y se convertirán en “gestores del cambio”, en el asesor y acompañante del usuario en ese empoderamiento y protagonismo que irá adquiriendo en la generación de energía a través del autoconsumo.

El encuentro se cerró con una charla motivacional impartida poco después de  la intervención de Joan Groizard, director general del IDAE, que puso en valor el papel de las empresas instaladoras en la consecución de los objetivos marcados en el PNIEC.