¿Por qué la ventilación es más efectiva en interiores de bares y restaurantes que las restricciones?

¿Por qué la ventilación es más efectiva en interiores de bares y restaurantes que las restricciones?

Desde el inicio de la pandemia, las autoridades sanitarias han establecido las restricciones más severas en los espacios interiores. Locales como bares o restaurantes han sufrido limitaciones de aforo en el interior que han ido desde el 100% hasta el 50% en la mayor parte de los casos. Con este escenario, Carlos Martínez, técnico especialista en calidad del aire interior de Sodeca IAQ, se pregunta si ésta es la única opción o, por el contrario, si podrían estos locales operar al 100% de su capacidad, con un nivel de riesgo reducido, si adoptaran medidas específicas para el tratamiento del aire interior.

Martínez se refiere al grupo de científicos de la universidad de Colorado, liderado por el profesor español José Luis Jiménez, que ha desarrollado un simulador  que permite calcular el riesgo de contagio por aerosoles en el interior de los edificios en función de diversos factores cómo el aforo, la ventilación o el uso de mascarillas: “Los cálculos extraídos de estas simulaciones no pueden considerarse exhaustivos, debido a la cantidad de factores que intervienen en la posibilidad de contagio, pero pueden ayudar a sacar importantes conclusiones si se observan de manera global”.

 

Diversas opciones

Como se puede ver en la  infografía, el técnico en IAQ lo ilustra de la siguiente manera: podemos imaginar un pequeño restaurante de 50 m2, con una altura de 2,7 m y un aforo máximo de 30 personas, pero que se ha visto reducido a la mitad (15 personas) debido a las restricciones sanitarias. El simulador nos permite configurar una situación de riesgo tal que haya entre los comensales una persona contagiada y que el único que lleve mascarilla de manera ininterrumpida durante un periodo de dos horas sea el camarero. En un local de estas características, sin apenas ventilación ni sistema de tratamiento del aire instalado, la probabilidad de contagio sería de un 38%, según el modelo.

Sin embargo, si en esta misma situación el local estuviera equipado con un sistema de tratamiento del aire (incluyendo purificadores portátiles), que permitiera ventilar y/o desinfectar el aire hasta alcanzar un total de 6 renovaciones por hora del aire interior, la probabilidad de contagio se reduciría hasta el 11%, según el modelo. Además, con esta configuración, el local podría operar con un aforo completo (30 personas) y la probabilidad de contagio seguiría siendo sustancialmente más baja (21%).

Para Carlos Jiménez, el análisis de los datos obtenidos deja claro que «la ventilación y el tratamiento del aire interior son parámetros mucho más importantes para evitar la transmisión de bioaerosoles que la cantidad de personas presentes en un espacio interior«.  Considera que el primero de los escenarios, a pesar de ser el más peligroso, es el único que está regulado actualmente por la normativa vigente. “Parece evidente pues que la sociedad debe apostar por soluciones tecnológicas de tratamiento del aire interior que ayuden a mejorar su salud y su vida diaria. Al mismo tiempo, esta apuesta debe estar incentivada por las autoridades competentes, mediante la aplicación de leyes que nos permitan seguir con nuestra actividad diaria y, al mismo tiempo, proteger nuestra salud”, concluye el técnico de Sodeca IAQ.